¿Qué significa Proverbios 23:21?

El versículo anterior nos hizo una advertencia sobre el peligro de andar con personas que sean conocidas por sus excesos y falta de autocontrol. Salomón habló específicamente sobre la embriaguez y la glotonería, pero también hizo referencia a todos los tipos de impulsos incontrolados que podemos desarrollar. Nuestros amigos y conocidos no solo pueden influir en nuestro carácter (Proverbios 12:26; 13:20), sino que sus elecciones también pueden generar problemas que al final nos pueden acabar afectando a nosotros también (Proverbios 22:24–25).

Aquí se nos explican lo que les ocurre a las personas que viven sus vidas de una manera descontrolada. Las personas que solo piensan en estar “de fiesta” malgastan enormes cantidades tiempo y dinero. Lo mismo ocurre con cualquier impulso o deseo que esté marcado por la codicia y la adicción. Este tipo de actitudes nos puede llevar a sufrir dificultades financieras, relaciones tensas y problemas con el empleo. La droga u otro tipo de sustancias pueden arruinar la capacidad que las personas tienen a la hora de ser responsables en el trabajo.

Anteriormente ya se nos hizo una advertencia en contra del hecho de tener celos de los estilos de vida que son pecaminosos (Proverbios 23:17–18). La publicidad siempre habla sobre el alcohol como si solo fuera una parte inocente de los momentos de diversión, pero nunca nos habla del número de personas que se han arruinado debido a ello. Las Escrituras no prohíben el uso del alcohol, pero sí hablan muy claro acerca de los peligros que conlleva (Proverbios 23:29–35). Lo mismo se les aplica a las comidas excesivas, las fiestas, el abuso de sustancias o el entretenimiento. Si alguien no sabe controlar sus deseos, esos impulsos lo acaban empujando hacia el desastre emocional, familiar y financiero.