¿Qué significa Proverbios 23:9?
En realidad, no todas las conversaciones valen la pena, porque no todas las personas están dispuestas a conversar de una manera razonable. Es una tontería mantener una conversación con un necio. Otros proverbios también nos señalan la manera en que algunas personas se burlan de lo que no entienden y se enojan al escuchar otros puntos de vista (Proverbios 9:7; 22:10). Tratar de hablar racionalmente con esas personas es como tratar de apagar un fuego con una pistola de agua. De hecho, esto no solo no funciona, sino que empeora la situación. Además, no importa lo increíble que sea una idea, si la persona que la escucha se niega a escucharla y considerarla, todo acaba siendo un desperdicio. A menudo, el "necio" del libro de Proverbios se describe como si fuera una persona terca y testaruda; su problema no es que no sea inteligente, sino que no tiene buenas intenciones.Esto también se les puede aplicar a muchos temas importantes. Por mucho que un creyente sea compasivo y quiera compartir el evangelio con el mundo, debe darse cuenta de que algunas personas se resisten a la verdad con necedad y endurecen sus corazones y mentes para al final burlarse del evangelio. Jesús dijo: "no den ustedes lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan contra ustedes y los despedacen" (Mateo 7:6). Las Escrituras también enfatizan la idea de que las personas piadosas deben evitar formar parte de conversaciones que no los lleven a ningún sitio (Tito 3:9–11; 2 Timoteo 2:23; Proverbios 29:9).
El necio tiene una filosofía de vida falsa y se niega a considerar el evangelio. Su mente está decidida y se ha endurecido para no cambiarla. El contenido de cualquier mensaje no tiene ningún valor si el oyente está cerrado de mente. Otro ejemplo de personas que se aferran a creencias erróneas y tontamente se ponen en contra de la verdad viene del capítulo 5 de Juan, donde un grupo de líderes religiosos se opusieron a Jesús. Jesús dijo: "ustedes escudriñan las Escrituras, porque les parece que en ellas tienen la vida eterna; ¡y son ellas las que dan testimonio de mí! Pero ustedes no quieren venir a mí para que tengan vida" (Juan 5:39–40).