¿Qué significa Proverbios capitulo 23?
En el capítulo anterior, Salomón introdujo una serie de treinta dichos sabios (Proverbios 22:17–21) que él mismo apoya, pero que quizás no escribió él mismo. Los primeros cinco se encuentran en el capítulo 22; el resto se encuentra en este pasaje.La codicia y la gula son peligrosas, incluso dentro del contexto de la hos-pitalidad de un anfitrión. De hecho, es importante evitar aprovecharnos indebidamente de la generosidad de un anfitrión. Al mismo tiempo, uno debe tener cuidado de no permitir que la generosidad influya en el buen juicio. Por tanto, debemos tener cuidado con los anfitriones que son cínicos y manipuladores, ya que a veces su caridad es solo un pretexto para el so-borno. La riqueza en sí misma es tentadora, pero parte de la sabiduría divina consiste en saber en qué momento dejar de perseguir las riquezas. Este segmento también nos repite una serie de advertencias en contra del fraude, como por ejemplo las personas que mueven en secreto los límites de su terreno para aumentarlo, y nos recuerda que es un sin sentido tratar de educar a un necio testarudo que jamás cambiará de opinión (Proverbios 23:1–11).
A continuación, se nos habla de la disciplina infantil y lo importante que es aplicarla con amor. En este contexto, la intención es ayudar a los niños a aprender a tomar buenas decisiones en base a la voluntad de Dios (Proverbios 1:7). Las personas que crecen y se hacen adultos, y que siguen tales enseñanzas, alegran mucho a sus padres. Como parte de esa perspectiva, Salomón anima al lector a no estar celoso de las personas que se dedican a cometer pecados todo el tiempo, ya que su esperanza es limita-da. Mientras tanto, las personas que honran a Dios pueden tener la esperanza de que vivirán eternamente junto a Él. Este pasaje también recalca el peligro que viene de asociarnos con personas que carecen de autocontrol, ya que su falta de moralidad no solo acaba influenciando a los demás, sino que también pueden causar daños colaterales de-bido a las malas decisiones que toman (Proverbios 23:12–25).
De la misma manera, los pecados sexuales deben tomarse en serio y evitarse a toda costa. El peligro de la lujuria se compara con una trampa o con una emboscada de un ladrón. Después de esto, tenemos el pasaje más largo de la Biblia que trata sobre los peligros del abuso del alcohol. El consumo excesivo de alcohol provoca que las personas sufran problemas personales, efectos secundarios y muchos otros tipos de peligros. Si bien las Escrituras no nos prohíben el uso del alcohol, sí dicen que emborracharse es un pecado (Efe-sios 5:18). La Biblia también nos describe sin tapujos lo que puede suceder cuando alguien consume alcohol sin tener ningún tipo de autocontrol (Proverbios 23:26–35).