¿Qué significa Proverbios 24:19?

Los creyentes también sufren a causa de las personas malvadas del mundo (Juan 16:33). Cuando una persona se dedica a seguir la sabiduría de Dios se expone mucho menos a los peligros del mundo (Proverbios 1:7; 8:33–36); aunque sí es cierto que eso no significa que no vaya a sufrir nunca. Uno de los proverbios anteriores señaló que las personas piadosas no deberían sentir celos de los pecadores (Proverbios 24:1–2). De hecho, es más difícil evitar la ansiedad que dejar de lado los celos. Aun así, las personas que honran a Dios no deben sentir ansiedad o preocuparse por la gente malvada. El siguiente versículo nos ofrece un contraste que nos explica el por qué: Dios juzgará todas las cosas y eliminará a las personas que lo rechazan (Proverbios 24:20).

El Señor cuida de Su pueblo y lo sustenta en Sus poderosas manos (Juan 10:27–29; 1 Pedro 5:7). Además, no hay nada que pueda separar a los creyentes del amor de Dios (Romanos 8:38–39). Tal y como lo descubrió el salmista Asaf (Salmo 73:2–3), Dios será muy duro con los impíos durante el día del juicio final (Salmo 73:16–20). Sin embargo, Dios estará con los justos para siempre, protegiéndolos y guiándolos a lo largo de la vida hasta que lleguen al cielo (Salmo 73:22–26). Los malvados quizás puedan prosperar por un breve tiempo, pero los creyentes tienen una relación con el Señor, esperanza y una herencia eterna en el cielo (1 Pedro 1:3–4). Por eso, no es de extrañar que Pedro dijera: "desechen… la envidia" (1 Pedro 2:1).