¿Qué significa Proverbios 24:32?

Salomón no se detuvo para reprender al perezoso dueño del campo que estaba observando (Proverbios 24:30). La condición en la que estaba esa propiedad le dejó claro que el dueño no estaba haciendo nada o que simplemente no estaba dispuesto a hacer el trabajo requerido para cuidarlo (Proverbios 30:31). En lugar de intervenir y regañar al administrador de la propiedad, Salomón decidió reflexionar sobre la situación y aprender una lección para su propia vida. Por lo tanto, Salomón no solo miró el campo de pasada, sino que se paró a reflexionar sobre ello. "miré esto, y lo guardé en mi memoria". La pereza del hombre le enseñó algo muy importante a Salomón. En lugar de castigar al dueño por su pereza, se dio cuenta de que la pereza es una vía directa que conduce a muchas personas hacia la pobreza (Proverbios 24:33–34).

Esta lección básica se repite muchas veces en el libro de Proverbios (Proverbios 10:4; 20:13; 28:19). Los versículos 33 y 34 de este capítulo son idénticos a los versículos 10 y 11 del capítulo 6.

Todo el mundo sigue aprendiendo, tanto los maestros, como Salomón, así como los estudiantes (Proverbios 1:5; 15:14; 19:25, 27), porque nadie puede saberlo todo. De hecho, al final de su vida, Pablo le pidió a Timoteo que le trajera no solo la capa que le había dejado a Carpo, sino también "…los libros, especialmente los pergaminos [las copias de las Escrituras]" (2 Timoteo 4:13).