¿Qué significa Proverbios 25:25?
En la actualidad, las personas están acostumbradas a comunicarse entre ellas rápida y fácilmente. De hecho, a menudo nos sentimos frustrados cuando no nos contestan a un mensaje inmediatamente. Sin embargo, en el mundo antiguo a menudo necesitaban esperar durante horas, días o incluso años para escuchar la respuesta para algunos de sus mensajes. La mayoría de los mensajes se mandaban a través de personas que viajaban a pie. Salomón (Proverbios 25:1) comerciaba con países extranjeros y les enviaba embajadores. Por tanto, el alivio que sentían al escuchar buenas noticias, después de haber pasado un período prolongado de espera y preguntas, se compara con la forma en que el agua fresca nos refresca cuando uno tiene sed.Seguramente, Pablo se alegraba mucho cuando los mensajeros regresaban con buenas noticias. Durante uno de los momentos de sus viajes misioneros, Pablo envió a Tíquico a Éfeso para que supieran cómo estaban Pablo y sus compañeros… "para que de esa manera sus corazones reciban consuelo" (Efesios 6:21–22). También planeó enviar a Timoteo hacia Filipos para saber si escuchaba buenas noticias de lo que los creyentes estaban haciendo allí. Entonces, Timoteo regresaba con Pablo y le daba esas buenas noticias, y eso lo animaba (Filipenses 2:19–23). Mientras tanto, Pablo envió a Epafrodito para estar con los filipenses, porque Epafrodito los añoraba y estaba angustiado porque los filipenses habían oído que estaba enfermo (Filipenses 2:25–26, 28).
El siguiente proverbio (Proverbios 25:26) contrasta esta comparación haciendo una referencia al agua turbia, la cual no refresca, sino que frustra a las personas que se la beben porque quieren refrescarse pero se dan cuenta de que no pueden.