¿Qué significa Proverbios 25:26?

Cuando bebemos agua pura de un manantial o una fuente nos hace sentir muy bien. En cambio, el agua sucia y turbia no refresca, sino que frustra e incluso le causa enfermedades a las personas que beben de ella. Aunque una fuente natural de agua pueda contaminarse, también puede purificarse con el tiempo. Salomón (Proverbios 25:1) compara esto con una persona piadosa que se acobarda ante el mal. Cuando algo así ocurre, esa persona no está cumpliendo con las expectativas. Por lo tanto, es algo decepcionante y desafortunado.

Un creyente que sigue pecando deliberadamente enturbia su testimonio y decepciona al resto de las personas que buscan en él un ejemplo de justicia. Cuando un creyente peca frente a los impíos, se produce una situación muy triste. Cuando Simeón y Leví se vengaron de Siquén, el príncipe de la tierra (Génesis 34:1–3, 13–29), por haber profanado a su hermana Dina, su padre Jacob les dijo: "ustedes me han creado un gran problema. Me han hecho odioso a los cananeos y ferezeos, habitantes de esta tierra. Con los pocos hombres que tengo, ellos se juntarán contra mí y me atacarán, y yo y mi casa seremos destruidos" (Génesis 34:30). En la actualidad, hay pastores y evangelistas que se dejan llevar por el pecado y tanto ellos como el cristianismo se acaban convirtiendo en objeto de burlas para las personas que no creen en Dios.