¿Qué significa Proverbios 25:27?
Proverbios 25:16 dijo que los excesos nunca son buenos. Por ejemplo, cuando tenemos hambre debemos comer, pero si comemos demasiado nos acabamos sintiendo mal con nosotros mismos. Las personas que se obsesionan con el hecho de obtener gloria, honor, respeto, títulos o reputación, acaban perdiendo incluso la poca gloria que creían no tener. Algunos eruditos han señalado que las frases que aparecen al final de este proverbio, en hebreo, son difíciles de traducir. Sin embargo, muchos han llegado a la conclusión que la idea aquí es evitar los excesos, incluso de las cosas que son buenas.Los cristianos deben recordar que sus cuerpos son el templo del Espíritu Santo, y que fueron comprado por un precio, la sangre de Cristo. Por lo tanto, debemos glorificar a Dios, no a nosotros mismos (ver 1 Corintios 6:19–20). Vivir esta verdad les ayuda a los cristianos a no caer en la desgracia a la que se alude en Proverbios 25:26. Ese conocimiento debería motivar a los creyentes a regular los impulsos, incluidos los hábitos alimenticios. 1 Corintios 10:31 dice: "así que, si ustedes comen o beben, o hacen alguna otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios".
Además, los creyentes deben honrar la verdad que se nos presenta en Isaías 42:8: "Yo soy el Señor. Éste es mi nombre, y no daré a otro mi gloria, ni mi alabanza a esculturas". La búsqueda de la gloria es el epítome del orgullo, y Santiago 4:6 dice: "Dios se opone a los soberbios". Comer está bien, pero comer demasiado está mal. Una persona que trata de hacer que su espíritu se sienta bien por el orgullo y la gloria personal acaba sintiéndose más pequeño y perdiendo toda la reputación que esa persona cree estar obteniendo.