¿Qué significa Proverbios 26:1?

En algunas regiones es bastante difícil predecir lo que ocurrirá con el clima. En otras, las estaciones y los patrones climáticos son más fáciles de predecir. El clima de Israel era lo suficientemente estable como para diferenciar los momentos en los que ocurrían cosas impresionantes, e incluso milagros de Dios (1 Samuel 12:17). La temporada de cosecha de trigo es una temporada seca, y normalmente no llueve. Lo mismo ocurre si nevara durante un día caluroso de verano. Ambos ejemplos representan algo así como un desajuste: cuando ocurren cosas que en realidad no deberían ocurrir. De la misma manera, honrar a un necio es lo mismo (Proverbios 1:7; 3:35) ya que son personas que a su vez no honran a Dios. Tal y como la nieve en verano o la lluvia durante una estación seca pueden causar daños, lo mismo ocurre cuando un necio alcanza una posición de autoridad.

Un necio carece de la sabiduría que un líder necesita para gobernar a las personas. Además, toma malas decisiones (Proverbios 10:21); acepta e incluso promueve la inmoralidad (Proverbios 13:19; 28:15–16), y desdeña la justicia y la adoración a Dios (Proverbios 28:14). Por último, también nombra a otras personas que son como él mismo para ocupar esos puestos de autoridad (Proverbios 29:12).

Una manera de ver si un rey o gobernante es un necio es viendo si tiene una excesiva confianza en sí mismo (Proverbios 24:21–22; 30:7–9). Esas personas piensan que su futuro está seguro, cuando en realidad todo está en manos de Dios; el juicio divino de Dios podría cambiar sus vidas para siempre en un solo momento (Proverbios 6:12–15). Durante los tiempos del profeta Daniel, Belsasar, el rey de Babilonia, era orgulloso, promiscuo, un profano y un necio. Después de que Belsasar ofreciera un gran banquete para muchas personas, Dios permitió que los medos y los persas lo mataran y se apoderaran de su reino (Daniel 5).