¿Qué significa Proverbios 26:10?
Muchas traducciones y comentaristas dicen que traducir esta frase del hebreo a otros idiomas es muy difícil, ya que hay ciertas palabras que tienen muchos significados diferentes, algo que es muy común en el hebreo bíblico. En este versículo, las palabras que lo forman en hebreo pueden ajustarse al menos de dos formas diferentes y las dos podrían representar la manera correcta de interpretarlo.En la primera frase se utilizan dos palabras cruciales. Una es rab' que se puede traducir con la palabra "arquero" (Job 16:13; Jeremías 50:29) o "maestro" (2 Reyes 18:17; 25:20; Jeremías 39:3). Una palabra muy similar es rōb, que describe algo grande, extenso o abundante (Job 32:7; Éxodo 15:7; 1 Crónicas 22:8). La diferencia entre rab' y rōb en hebreo es una pequeña marca que se pone encima de una letra o debajo de la misma.
La segunda palabra importante aquí es mekholēl, cuya raíz puede significar "herir" (Isaías 51:9; 53:5; Salmo 109:22). La misma palabra también puede significar "dar a luz" o "lanzar" (Génesis 4:26; 6:1).
La frase termina con el término kōl, que simplemente significa "todos" o "todo".
De acuerdo con esto, la primera frase sería algo así: "[arquero/maestro/gran] [hiere/produce/lanza] a todos". Por lo tanto, no todas las opciones tienen sentido, sino que las dos interpretaciones principales son "[grande] [produce] [todas]" o "[arquero] [heridas] [todas]". La interpretación que uno elija, entonces, se convierte en el contexto a través del cual debe traducirse la segunda frase.
Dado que la mayoría de las apariciones del término rab' implican el término "maestro" o "grande", las traducciones más antiguas se inclinan más por hacer una referencia al "gran Dios que lo formó todo".
Las traducciones más recientes también tienen en cuenta el contexto general de este pasaje: las consecuencias que sufrimos cuando tomamos malas decisiones. La mayoría de las declaraciones que vienen antes y después del versículo 10 hablan sobre las consecuencias que las personas sufren después de tomar una decisión imprudente. Honrar a un necio es como enredar una piedra en una honda (Proverbios 26:8). Volver a cometer el mismo error es como un perro que vuelve a lamer su propio vómito (Proverbios 26:11). La persona que le miente a su prójimo y después dice que estaba bromeando es algo tan ridículo como un loco que está arrojando fuego y flechas al azar (Proverbios 26:18–19). Otros proverbios invierten el orden de las palabras acaban comunicando una idea similar: meterse en una discusión es tan estúpido como agarrar a un perro callejero por las orejas (Proverbios 26:17).
Debido a ese contexto, las traducciones modernas suelen preferir decir algo similar a "arquero que a todo el mundo hiere" y "¡eso es quien emplea a necios y vagabundos!" Esta idea parece ser más adecuada que otra de las interpretaciones más populares, la cual establece que Dios les da trabajo a los necios y salario a los pecadores. Esta una idea más clara, más útil y adecuada: delegarles algún tipo de responsabilidad a los necios es tan peligroso como un arquero que está disparando flechas a ciegas en dirección hacia una multitud.
Lo más importante de todo esto, es que sea cual sea la traducción correcta, el significado en sí no cambio en absoluto en plan de redención de Dios ni la idea principal del texto bíblico. La traducción del "arquero" le da más sentido al pasaje, y por eso los traductores se decantan por esa traducción más que por las otras.