¿Qué significa Proverbios 26:22?

Chismear es uno de los pecados más comunes del mundo (Proverbios 11:13; 16:28). La idea de enterarse de alguna información secreta y escandalosa sobre los demás es algo que, lamentablemente, nos atrae mucho. Sin embargo, a nivel espiritual, esto es algo muy peligroso y una fuente de conflictos interminable. Cuando una persona se entera de un chisme no solo está escuchando palabras, sino que entra a participar en un bucle de dolor mucho más profundo. Lo que tiene un sabor dulce, al principio, al final siempre acaba teniendo un intenso sabor amargo. Este proverbio es idéntico a Proverbios 18:8.

Pablo le hizo una advertencia a Timoteo sobre la tentación de hablar inapropiadamente, y le dijo que no inscribiera a las jóvenes viudas en el grupo de viudas de la iglesia en parte porque "aprenden a ser ociosas y a andar de casa en casa; y no solamente se vuelven ociosas sino también chismosas y entrometidas, y hablan de lo que no deben." (1 Timoteo 5:13). Pablo quería que se dedicaran a trabajar en áreas productivas era una forma efectiva para que evitaran el chismorreo y las críticas (1 Timoteo 5:14). El chisme puede arruinar la reputación de una persona, ya sea como víctima, narrador u oyente voluntario. El chisme y la calumnia interrumpen el compañerismo que debe existir dentro de una iglesia.

Sin embargo, el chisme no se puede extender si hay personas que se niegan a escucharlo, y mucho menos a repetirlo. Cuando eso ocurre, acaba desvaneciéndose como el fuego (Proverbios 26:20). Si una compañera o un compañero cristiano ha hecho algo inapropiado, en lugar de difundir lo que ha hecho, Pablo dice: "hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes, que son espirituales, restáurenlo con espíritu de mansedumbre. Piensa en ti mismo, no sea que también tú seas tentado" (Gálatas 6:1).