¿Qué significa Proverbios 27:9?
En Eclesiastés 4:9–10, Salomón escribe: "dos son mejor que uno, porque sacan más provecho de sus afanes. Si uno de ellos se tropieza, el otro lo levanta. ¡Pero ay de aquel que tropieza y no hay quien lo levante!" Salomón dijo anteriormente (Proverbios 25:1) que el amor genuino a menudo siente la necesidad de expresarse a través de correcciones y reprimendas (Proverbios 27:5–6). Hay mucho otros proverbios que también señalan el inmenso valor que tienen los buenos consejos que recibimos de otras personas (Proverbios 12:15; 19:20), especialmente cuando son oportunos y se aplican bien a nuestra situación (Proverbios 15:23). La sabiduría bíblica también nos habla sobre la importancia de buscar consejo más allá de nuestra propia opinión (Proverbios 18:13, 17). El hebreo de este versículo es bastante poético, por lo que puede interpretarse de muchas maneras diferentes. Sin embargo, todas hablan del mismo tema: el inmenso valor que tienen las personas que nos aconsejan desde el amor y la paciencia.El hebreo de este pasaje se puede entender de varias maneras: quizás aquí se está comparando el consejo de un amigo con nuestra propia opinión, o quizás simplemente se nos está sugiriendo que las personas que nos guían con amor y paciencia están literalmente salvándonos la vida. Algunas interpretaciones dicen que las amistades de verdad nos ofrecen consejos sinceros, y otras que la verdadera amistad se expresa cuando existe la libertad de corregirnos los unos a los otros. Las diferencias que existen entre estas opciones son sutiles y no son muy diferentes en este contexto. Un "proverbio" es una declaración concisa de sabiduría, no una regla absoluta o un mandamiento inviolable que se pueda aplicar en todas las situaciones posibles.
En el mundo antiguo, el aceite se usaba para calmar heridas y para dar masajes. El Buen Samaritano usó aceite y vino para tratar las heridas de un viajero abusado (Lucas 10:34). Santiago menciona la unción de los enfermos con aceite (Santiago 5:14). Una mujer de mala reputación ungió los pies de Jesús con un perfume costoso y Jesús la elogió por haberlo hecho (Lucas 7:37–48). Cuando un verdadero amigo nos guía con sus consejos, esos consejos son tan valiosos como el perfume y el bálsamo alegran al corazón.