¿Qué significa Proverbios 28:23?

Las personas que "aman" genuinamente se preocupan por el bienestar de los demás. A veces, eso significa tener que compartir verdades incómodas de manera directa y amorosa con los demás (Efesios 4:15). Las palabras "reprensión" o "reprimenda" se refieren a situaciones en las que debemos enfrentarnos a los demás de una manera directa. Las personas que son sabias escuchan la corrección y el consejo de los demás (Proverbios 3:11; 10:17; 15:31) y aprecian la guía que les ofrecen sus verdaderos amigos (Proverbios 17:10; 27:5, 6, 17). Decir la verdad hace que nos ganemos el respeto de los demás, al contrario de las personas que se dedican a adular a todo el mundo todo el tiempo (Proverbios 19:1; 24:26; 26:24, 28). Por tanto, tratar de apaciguar la conciencia de un amigo que está haciendo algo malo, demuestra que en realidad no queremos a esa persona (Proverbios 13:24; Santiago 5:20).

En su carta a los Gálatas, el apóstol Pablo nos explica cómo restaurar a un hermano que está atrapado en el pecado: "hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes, que son espirituales, restáurenlo con espíritu de mansedumbre. Piensa en ti mismo, no sea que también tú seas tentado" (Gálatas 6:1). Una de las principales responsabilidades de un pastor o un anciano es reprender a las personas según sea necesario (2 Timoteo 2:24–26). El líder de la iglesia cuya predicación o consejo está diseñado simplemente para hacer que las personas se sientan bien consigo mismas no está cumpliendo con su responsabilidad, ni tampoco está amando a los demás.