Verso

Proverbios 29:25

LBLA El temor al hombre es un lazo, pero el que confía en el SEÑOR estará seguro.
NBLA El temor al hombre es un lazo, Pero el que confía en el SEÑOR estará seguro.
NVI Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el SEÑOR sale bien librado.
RV1960 El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado.
JBS El temor a los hombres es peligroso; mas el que confía en el SEÑOR será levantado.

¿Qué significa Proverbios 29:25?

La Biblia nos dice a menudo que "temamos" a Dios, que lo reverenciemos, pero sin tenerle miedo o pánico. El temor de Dios es una virtud que nos conduce hacia la verdad (Proverbios 1:7; 8:32–36; 15:33). Sin embargo, la raíz hebrea de la palabra que se usa aquí para referirse al miedo que le tenemos a los demás sí que se refiere específicamente al "temblor" físico que surge del miedo o la desesperación (Génesis 27:33; Jueces 7:3). Tenerle miedo de las personas, o respetarlas y obedecerlas de la misma manera en que debemos hacerlo con Dios, nos puede hacer sufrir mucho (Proverbios 1:32–33; 29:5). Es importante recordar que no hay ninguna persona que se merezca el respeto y la obediencia que le debemos al Señor (Salmo 56:11).

Tenerles miedo a otras personas y no confiar en Dios nos hace sufrir de muchas maneras. Debido al miedo que le tenía a las personas, Abrahán mintió dos veces sobre su relación con Sara (Génesis 12:11–13; 20:2, 11). Es bien sabido que Pedro mintió y negó a Jesús por temor a ser capturado (Mateo 26:69–75). Muchos soldados israelitas le tenían miedo a Goliat y no confiaban en Dios, pero entonces un joven pastor se hizo cargo del asunto (1 Samuel 17:10–11, 45–49). Israel llegó a tener dudas de Dios sobre el hecho de conquistar la Tierra Prometida porque les tenía miedo a sus habitantes (Números 13:31–33). Los críticos de Jesús temieron provocar una reacción violenta del pueblo, y por eso no eran sinceros durante sus interacciones con Jesús (Marcos 11:32). Muchos de los líderes judíos creyeron en Jesús, pero tenían miedo de que los fariseos los sacaran de la sinagoga, lo que significaría que perderían su posición social, por lo que al final decidían no decir lo que verdaderamente pensaban (Juan 12:42–43).

Jesús les dijo a Sus discípulos: "no teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Más bien, teman a aquel que puede destruir alma y el cuerpo en el infierno" (Mateo 10:28). Pablo le dijo a Timoteo: "porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio" (2 Timoteo 1:7). Hebreos 13:5 nos recuerda que el Señor nunca nos dejará ni nos abandonará. El versículo 6 concluye diciendo: "así que podemos decir con toda confianza: «el Señor es quien me ayuda; no temeré lo que pueda hacerme el hombre'".
Expand
Expand
Expand
¿Qué es el evangelio?
Download the app:
BibleRef.com is a ministry of