¿Qué significa Proverbios 3:12?

Este versículo enfatiza el hecho de que la disciplina es evidencia de que el Señor nos ama. Si Él no nos amara, no nos disciplinaría. Si Dios no se preocupara por nosotros, seguramente no le importaría que continuáramos pecando sin sufrir ningún tipo de consecuencia, lo cual nos acabaría destruyendo. De hecho, podemos reconocer este mismo patrón en la manera en que los padres cuidan de sus hijos. Cuando un padre disciplina a su hijo, le está demostrando que lo quiere y que está haciendo algo malo. En resumen, el que no disciplina a sus hijos, en cierta manera también los está abandonando. Cuando un padre o una madre permite que su hija o su hijo siga pecando sin sufrir las consecuencias de sus propias acciones, al final esa actitud y pecado acaban afectando al resto de la sociedad.

Por otro lado, los padres que aman a sus hijos les hablan continuamente de lo que ocurre cuando no elegimos hacer el bien, y de todo el sufrimiento que viene con el pecado. La disciplina de los padres guía a sus hijos por sendas de justicia para que lleguen a ser hombres y mujeres de carácter que honren al Señor.

Hebreos 12:6 cita estas mismas palabras: "porque el Señor disciplina al que ama,

y azota a todo el que recibe como hijo". Cuando el Señor nos disciplina, debemos examinar nuestras vidas y confesar todos los pecados que hemos cometido (1 Juan 1:9).