¿Qué significa Proverbios 3:30?
Un "proverbio" es un consejo que debe aplicarse en términos generales. En la antigüedad, tal y como ocurre en la actualidad, sabemos que los proverbios no se adaptan a la perfección en todas y cada una de las situaciones por las que pasamos. Normalmente, los proverbios tratan de describirnos cuál es la forma general de aproximarnos a cualquiera de las situaciones por las que pasamos. En este caso, Salomón nos está enseñando que una persona sabia no quiere buscar peleas. Si una persona no nos ha hecho daño, no tenemos motivos para pelearnos con ella. Tenga en cuenta, sin embargo, que este versículo no quiere decir que haya conflictos que sí pudieran estar justificados; lo que se está condenando aquí es pelearnos sin que haya una razón para hacerlo.Hay una expresión en español que dice "deja que las cosas fluyan como tienen que fluir", lo cual significa que lo mejor que podemos hacer es evitar causar problemas cuando no los haya. Romanos 12:18 lo dice de esta manera: "si es posible, y en cuanto dependa de nosotros, vivamos en paz con todos". Es de sentido común saber que es mejor evitar involucrarnos en problemas que en realidad podríamos haber evitado.
Las personas que viven sus vidas siendo esclavos del pecado suscitan contiendas y disensiones todo el tiempo (Gálatas 5:20), mientras que los que caminan en el Espíritu manifiestan un sentimiento de paz allá por donde van (Gálatas 5:16, 22). Durante un momento de su ministerio, Pablo tuvo que reprender a los miembros contenciosos de las iglesias de Galacia y les hizo una serie de advertencias acerca de las consecuencias de sus acciones. Pablo dijo: "pero si ustedes se muerden y se devoran los unos a los otros, tengan cuidado de no consumirse también los unos a los otros" (Gálatas 5:15).
Mientas estaba enumerando los requisitos que son necesarios para ser un diácono de la iglesia, Pablo dijo que esas personas no deben ser violentas, sino tranquilas (1 Timoteo 3:3). Cerca del final de su vida, Pablo dijo sobre Alejandro el calderero: "…me ha causado mucho daño; que el Señor le pague conforme a sus hechos" (2 Timoteo 4:14).
¿Puede imaginarse el número de problemas que desaparecerían en la iglesia y en el mundo si todos los creyentes nos dedicáramos a obedecer el mandamiento que aparece en este versículo?