¿Qué significa Proverbios 3:6?

Para acabar haciendo lo que en realidad debemos hacer, y además ser capaces de reconocerlo, ya sea que estemos comprando una casa o buscando un cónyuge, eligiendo una vocación o planeando unas vacaciones, lo mejor que podemos hacer es reconocer al Señor en todos nuestros caminos. Dios no solo nos guiará por el camino correcto, sino que también nos ayudará a quitar algunos de los obstáculos de nuestro camino. El apóstol Santiago nos anima a centrarnos en buscar y cumplir la voluntad del Señor cuando necesitemos planificar nuestras vidas (Santiago 4:13–15). Esto no significa que Dios nos dará una respuesta cada vez que le preguntemos. En español, a veces decimos que la vida es demasiado dura de por sí como para andar haciendo el tonto. Por lo tanto, seguir el plan de Dios y Su voluntad es una buena manera de evitar tener más problemas de los necesarios.

En Génesis 24 tenemos un buen ejemplo de esto. El sirviente de Abrahán se encontraba en mitad misión en la que debía encontrar una novia adecuada para Isaac, el hijo de Abrahán y confió en el Señor y en Su guía en todo momento. El criado se fue a Najor, una ciudad en Mesopotamia, y en un momento durante el viaje, permitió que sus camellos descansaran junto a un manantial de agua en el mismo momento en el que las mujeres de la ciudad se estaban acercando para sacar agua de allí. El siervo oró y le pidió al Señor que lo ayudara a encontrar una mujer para Isaac (Génesis 24:12–14). El Señor contestó su oración y Rebeca se convirtió en la novia de Isaac. El siervo de Abrahán alabó al Señor por haberlo ayudado a encontrar a Rebeca, y dijo: "bendito sea el Señor, el Dios de mi amo Abrahán, que no le negó a mi amo su misericordia y su verdad, pues me puso el Señor en el camino a la casa de los hermanos de mi amo" (Génesis 24:27).