¿Qué significa Proverbios 3:9?
El Señor les ordenó a los israelitas que le ofrecieran las primicias de sus cosechas en agradecimiento por sus abundantes provisiones (Deuteronomio 26:1–3, 9–11). También se les ordenó diezmar: darle la décima parte de sus riquezas al Señor (Números 18:21–24). Aproximadamente 400 años después de la muerte de Salomón, el Señor acusó a Israel de haberle robado el diezmo, y Dios les ordenó lo siguiente: "entreguen completos los diezmos en mi tesorería, y habrá alimento en mi templo" (Malaquías 3:10).Sin embargo, es importante reconocer que el diezmo fue algo que Dios le mandó dar a Israel, no al resto del mundo. Aunque Dios no nos exige que los cristianos diezmen, dar tanto como podamos para avanzar la misión del Reino de Dios es una buena manera de ofrecerle nuestras primicias al Señor. Así, debemos dar de manera regular y proporcionada (1 Corintios 16:2), y generosamente (2 Corintios 9:6) con alegría y libre voluntad (2 Corintios 9:7).
El Señor piensa que el corazón del dador es mucho más importante que el regalo. Cuando Jesús vio a una viuda pobre depositar dos pequeñas monedas de cobre dentro del tesoro del templo, la elogió, y dijo: "porque todos han echado de lo que les sobra, pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, ¡todo su sustento!" (Marcos 12:44).