¿Qué significa Proverbios 30:16?
El versículo anterior nos habló sobre las sanguijuelas: un parásito que succiona la sangre de sus víctimas y que nunca se sacia. La codicia nunca conduce a la satisfacción, sino a más y más pobreza (Proverbios 30:15). Ahora, Agur (Proverbios 30:1) nos habla sobre cuatro cosas que exhiben esa misma naturaleza insaciable.Primero nos habla sobre el seol, el término hebreo genérico para la muerte, la tumba, o el sepulcro. Cada día mueren miles y miles de personas. Hebreos 9:27 nos asegura: "y así como está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después venga el juicio". Por tanto, es posible faltar a una cita con el médico o a alguna otra cita, pero nadie faltará a la cita de morir a menos que sea un cristiano que esté vivo en el momento del rapto (1 Tesalonicenses 4:16–17). Las Escrituras solo nos ofrecen dos ejemplos de personas que abandonaron la Tierra sin haber muerto: Enoc (Génesis 5:24) y Elías (2 Reyes 2:11–12). Dios juzgará a todo el mundo.
Agur también dice que la matriz estéril nunca está satisfecha. En la mayoría de los casos, las mujeres se casan para tener hijos. Ana era estéril. 1 Samuel 1:10 dice que ella estaba muy angustiada y le oraba al Señor continuamente mientras lloraba. Ella le pidió al Señor que se apiadara de su aflicción, su esterilidad, y le concediera un hijo (1 Samuel 1:11).
Tercero, la tierra seca tampoco se cansa de recibir lluvia. En el contexto de Agur, la tierra era muy seca en comparación con otros lugares del mundo. Cuando llovía en su zona, esa agua desaparecía rápidamente debido a la sequedad de la Tierra. La tierra nunca se queda "satisfecha" con una cantidad de lluvia específica. Al final, el suelo siempre se acaba secando y sigue necesitando más agua, lo cual es necesario para seguir siendo fértil para todos los cultivos.
Por último, Agur compara esta actitud con el fuego. Una vez que se enciende un fuego, continúa ardiendo mientras haya algún material que pueda consumir. Los fuegos que arden sin llama simplemente se quedan sin combustible. Los incendios que se extinguen normalmente se quedan sin oxígeno, el cual es una parte fundamental combustión para que siga ardiendo. Por tanto, un fuego nunca "se queda lleno" tal y como nos podríamos quedar nosotros después de comer. Quizás se puede quedar "muerto de hambre", pero las llamas siguen ardiendo justo hasta el final.
Todos estos ejemplos se están centrando en los problemas que acarrean la codicia, ya que la codicia nunca se contenta con lo que tiene; siempre quiere más y nunca se puede satisfacer.