Proverbios capitulo 30
La Biblia de las Américas
2Ciertamente soy el más torpe de los hombres, y no tengo inteligencia humana. 3Y no he aprendido sabiduría, ni tengo conocimiento del Santo. 4¿Quién subió al cielo y descendió ? ¿Quién recogió los vientos en sus puños? ¿Quién envolvió las aguas en su manto ? ¿Quién estableció todos los confines de la tierra ? ¿Cuál es su nombre o el nombre de su hijo? Ciertamente tú lo sabes.
5Probada es toda palabra de Dios ; El es escudo para los que en El se refugian. 6No añadas a sus palabras, no sea que El te reprenda y seas hallado mentiroso.
7Dos cosas te he pedido, no me las niegues antes que muera: 8Aleja de mí la mentira y las palabras engañosas, no me des pobreza ni riqueza; dame a comer mi porción de pan, 9no sea que me sacie y te niegue, y diga: ¿Quién es el SEÑOR ?, o que sea menesteroso y robe, y profane el nombre de mi Dios.
11Hay gente que maldice a su padre, y no bendice a su madre ; 12gente que se tiene por pura, pero no está limpia de su inmundicia; 13gente de ojos altivos, cuyos párpados se alzan en arrogancia; 14gente cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres.
15La sanguijuela tiene dos hijas, que dicen: ¡Dame! ¡Dame! Hay tres cosas que no se saciarán, y una cuarta que no dirá: ¡Basta! 16El Seol, la matriz estéril, la tierra que jamás se sacia de agua, y el fuego que nunca dice: ¡Basta! 17Al ojo que se mofa del padre, y escarnece a la madre, lo sacarán los cuervos del valle, y lo comerán los aguiluchos.
18Hay tres cosas que son incomprensibles para mí, y una cuarta que no entiendo: 19el camino del águila en el cielo, el camino de la serpiente sobre la roca, el camino del barco en medio del mar, y el camino del hombre en la doncella. 20Así es el camino de la mujer adúltera : come, se limpia la boca, y dice: No he hecho nada malo.
21Por tres cosas tiembla la tierra, y por una cuarta no se puede sostener: 22por el esclavo cuando llega a ser rey, por el necio cuando se sacia de pan, 23por la mujer odiada cuando se casa, y por la sierva cuando suplanta a su señora.
24Cuatro cosas son pequeñas en la tierra, pero son sumamente sabias: 25las hormigas, pueblo sin fuerza, que preparan su alimento en el verano; 26los tejones, pueblo sin poder, que hacen su casa en la peña; 27las langostas, que no tienen rey, pero todas salen en escuadrones ; 28y el lagarto, que se puede agarrar con las manos, pero está en los palacios de los reyes.
Nueva Biblia de las Américas
2Ciertamente soy el más torpe de los hombres, Y no tengo inteligencia humana. 3Y no he aprendido sabiduría, Ni tengo conocimiento del Santo. 4¿Quién subió al cielo y descendió? ¿Quién recogió los vientos en Sus puños? ¿Quién envolvió las aguas en Su manto? ¿Quién estableció todos los confines de la tierra? ¿Cuál es Su nombre o el nombre de Su hijo? Ciertamente tú lo sabes.
5Probada es toda palabra de Dios; El es escudo para los que en El se refugian. 6No añadas a Sus palabras, No sea que El te reprenda y seas hallado mentiroso.
7Dos cosas te he pedido, No me las niegues antes que muera: 8Aleja de mí la mentira y las palabras engañosas, No me des pobreza ni riqueza; Dame a comer mi porción de pan, 9No sea que me sacie y te niegue, y diga: “¿Quién es el SEÑOR?” O que sea menesteroso y robe, Y profane el nombre de mi Dios.
11Hay gente que maldice a su padre, Y no bendice a su madre. 12Hay gente que se tiene por pura, Pero no está limpia de su inmundicia. 13Hay gente de ojos altivos, Cuyos párpados se alzan en arrogancia. 14Hay gente cuyos dientes son espadas, Y sus muelas cuchillos, Para devorar a los pobres de la tierra, Y a los menesterosos de entre los hombres.
15La sanguijuela tiene dos hijas, que dicen: “¡Dame!” “¡Dame!” Hay tres cosas que no se saciarán, Y una cuarta que no dirá: “¡Basta!” 16El Seol, la matriz estéril, La tierra que jamás se sacia de agua, Y el fuego que nunca dice: “¡Basta!” 17Al ojo que se burla del padre Y escarnece a la madre, Lo sacarán los cuervos del valle, Y lo comerán los aguiluchos.
18Hay tres cosas que son incomprensibles para mí, Y una cuarta que no entiendo: 19El rastro del águila en el cielo, El rastro de la serpiente sobre la roca, El rastro del barco en medio del mar, Y el rastro del hombre en la doncella. 20Así es el proceder de la mujer adúltera: Come, se limpia la boca, Y dice: “No he hecho nada malo.”
21Por tres cosas tiembla la tierra, Y por una cuarta no se puede sostener: 22Por el esclavo cuando llega a ser rey, Por el necio cuando se sacia de pan, 23Por la mujer odiada cuando se casa, Y por la sierva cuando suplanta a su señora.
24Cuatro cosas son pequeñas en la tierra, Pero son sumamente sabias: 25Las hormigas, pueblo sin fuerza, Que preparan su alimento en el verano; 26Los tejones, pueblo sin poder, Que hacen su casa en la peña; 27Las langostas, que no tienen rey, Pero todas salen en escuadrones, 28Y el lagarto, que se puede agarrar con las manos, Pero está en los palacios de los reyes.
Nueva Versión Internacional
2»Soy el más ignorante de todos los hombres; no hay en mí discernimiento humano. 3No he adquirido sabiduría, ni tengo conocimiento del Dios santo.
5»Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en él buscan refugio. 6No añadas nada a sus palabras, no sea que te reprenda y te exponga como a un mentiroso.
7»Solo dos cosas te pido, SEÑOR; no me las niegues antes de que muera: 8Aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des pobreza ni riquezas, sino solo el pan de cada día. 9Porque teniendo mucho, podría desconocerte y decir: “¿Y quién es el SEÑOR?” Y teniendo poco, podría llegar a robar y deshonrar así el nombre de mi Dios.
11»Hay quienes maldicen a su padre y no bendicen a su madre. 12Hay quienes se creen muy puros, pero no se han purificado de su impureza. 13Hay quienes se creen muy importantes, y a todos miran con desdén. 14Hay quienes tienen espadas por dientes y cuchillos por mandíbulas; para devorar a los pobres de la tierra y a los menesterosos de este mundo.
15»La sanguijuela tiene dos hijas que solo dicen: “Dame, dame”. »Tres cosas hay que nunca se sacian, y una cuarta que nunca dice “¡Basta!”: 16el sepulcro, el vientre estéril, la tierra, que nunca se sacia de agua, y el fuego, que no se cansa de consumir.
18»Tres cosas hay que me causan asombro, y una cuarta que no alcanzo a comprender: 19el rastro del águila en el cielo, el rastro de la serpiente en la roca, el rastro del barco en alta mar, y el rastro del hombre en la mujer.
21»Tres cosas hacen temblar la tierra, y una cuarta la hace estremecer: 22el siervo que llega a ser rey, el necio al que le sobra comida, 23la mujer rechazada que llega a casarse, y la criada que suplanta a su señora.
24»Cuatro cosas hay pequeñas en el mundo, pero que son más sabias que los sabios: 25las hormigas, animalitos de escasas fuerzas, pero que almacenan su comida en el verano; 26los tejones, animalitos de poca monta, pero que construyen su casa entre las rocas; 27las langostas, que no tienen rey, pero que avanzan en formación perfecta; 28las lagartijas, que se atrapan con la mano, pero que habitan hasta en los palacios.
Reina-Valera 1960
1Palabras de Agur, hijo de Jaqué; la profecía que dijo el varón a Itiel, a Itiel y a Ucal. 2Ciertamente más rudo soy yo que ninguno, Ni tengo entendimiento de hombre. 3Yo ni aprendí sabiduría, Ni conozco la ciencia del Santo. 4¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?
5Toda palabra de Dios es limpia; Él es escudo a los que en él esperan. 6No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, Y seas hallado mentiroso.
7Dos cosas te he demandado; No me las niegues antes que muera: 8Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario; 9No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.
11Hay generación que maldice a su padre Y a su madre no bendice. 12Hay generación limpia en su propia opinión, Si bien no se ha limpiado de su inmundicia. 13Hay generación cuyos ojos son altivos Y cuyos párpados están levantados en alto. 14Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, Para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres.
15La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: ¡Dame! ¡dame! Tres cosas hay que nunca se sacian; Aun la cuarta nunca dice: ¡Basta! 16El Seol, la matriz estéril, La tierra que no se sacia de aguas, Y el fuego que jamás dice: ¡Basta!
17El ojo que escarnece a su padre Y menosprecia la enseñanza de la madre, Los cuervos de la cañada lo saquen, Y lo devoren los hijos del águila. 18Tres cosas me son ocultas; Aun tampoco sé la cuarta: 19El rastro del águila en el aire; El rastro de la culebra sobre la peña; El rastro de la nave en medio del mar; Y el rastro del hombre en la doncella.
21Por tres cosas se alborota la tierra, Y la cuarta ella no puede sufrir: 22Por el siervo cuando reina; Por el necio cuando se sacia de pan; 23Por la mujer odiada cuando se casa; Y por la sierva cuando hereda a su señora.
24Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, Y las mismas son más sabias que los sabios: 25Las hormigas, pueblo no fuerte, Y en el verano preparan su comida; 26Los conejos, pueblo nada esforzado, Y ponen su casa en la piedra; 27Las langostas, que no tienen rey, Y salen todas por cuadrillas; 28La araña que atrapas con la mano, Y está en palacios de rey.
Biblia del Jubileo
1Palabras de Agur, hijo de Jaqué: La profecía que dijo el varón a Itiel, a Itiel y a Ucal. 2Ciertamente más rudo soy yo que ninguno, ni tengo entendimiento de hombre. 3Yo ni aprendí sabiduría, ni conozco la teología. 4¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes? 5Toda palabra de Dios es limpia; es escudo a los que en él esperan. 6No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso. 7Dos cosas te he demandado; no me las niegues antes que muera: 8Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; no me des pobreza ni riquezas; manténme del pan de mi juicio; 9para que no me sacie, y te niegue, y diga, ¿Quién es el SEÑOR? O no sea que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios. 10No acuses al siervo ante su señor, para que no te maldiga, y peques. 11Hay generación que maldice a su padre, y a su madre no bendice. 12Hay generación limpia en su opinión, y nunca se ha limpiado su inmundicia. 13Hay generación cuyos ojos son altivos, y cuyos párpados son alzados. 14Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, para devorar de la tierra a los pobres, y de entre los hombres a los menesterosos. 15La sanguijuela tiene dos hijas que se llaman, dame, dame. Tres cosas hay que nunca se sacian; aun la cuarta nunca dice, basta: 16El sepulcro, y la matriz estéril, la tierra que no se sacie de aguas, y el fuego que jamás dice: Basta. 17El ojo que escarnece a su padre, y menosprecia la enseñanza de la madre, los cuervos lo saquen del río, y lo devoren los hijos del águila. 18Tres cosas me son ocultas; aun tampoco sé la cuarta: 19El rastro del águila en el aire; el rastro de la culebra sobre la peña; el rastro de la nave en medio del mar; y el rastro del hombre en la doncella. 20Tal es el rastro de la mujer adúltera, come, y limpia su boca, y dice: No he hecho maldad. 21Por tres cosas se alborota la tierra, y la cuarta no puede sufrir: 22Por el siervo cuando reinare; y por el loco cuando se saciare de pan; 23por la mujer aborrecida cuando se casare; y por la sierva cuando heredare a su señora. 24Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, y las mismas son más sabias que los sabios: 25Las hormigas, pueblo no fuerte, y en el verano preparan su comida; 26los conejos, pueblo no fuerte, y ponen su casa en la piedra; 27las langostas, no tienen rey, y salen todas acuadrilladas; 28la araña, ase con las manos, y está en palacios de rey. 29Tres cosas hay de hermoso andar, y la cuarta pasea muy bien: 30El león, fuerte entre todos los animales, que no vuelve atrás por nadie; 31el lebrel ceñido de lomos; asimismo el macho cabrío; y el rey contra el cual ninguno se levanta. 32Si caíste, fue porque te enalteciste; y si mal pensaste, pon el dedo sobre la boca. 33Ciertamente el que exprime la leche, sacará manteca; y el que recio se suena las narices, sacará sangre; y el que provoca la ira, causará contienda.