¿Qué significa Proverbios 31:8?

En este versículo, la madre de Lemuel (Proverbios 31:1–2) le aconseja a su hijo, el rey Samuel, que defienda la causa de las personas que carecen del poder para luchar por sí mismos. La madre de Lemuel dice que el rey debe hablar por las personas que no pueden hacerlo. Un líder justo siempre aboga por las personas que necesitan ayuda (Proverbios 21:13; 29:7, 14). Anteriormente, se nos dijo que cuando las personas más desfavorecidas carecen de protección, eso debe entenderse como un fracaso de los líderes de esa nación (Proverbios 31:5). Proverbios 30:14 dice que las personas que se aprovechan de los pobres y los más necesitados son como depredadores alfa.

La frase hebrea traducida aquí con el término "desvalidos" no se usa mucho, y se puede traduce literalmente con la frase "hijos de la destrucción" o "hijos de la muerte". En términos literales, este concepto se les puede aplicar a los enfermos terminales o a las personas que son completamente incapaces de cuidarse a sí mismas. Además, este versículo también se les puede aplicar a las personas que viven en la pobreza, los oprimidos, los que sufren catástrofes, etc. A veces es fácil que los líderes que se olviden de las personas que no pueden ofrecernos nada a cambio. Sin embargo, esas personas necesitan a alguien que las defienda. Después de esto, la madre de Lemuel sigue animando a su hijo para que juzgue a los demás con justicia (Proverbios 31:9). Un rey o un juez corrupto podría discriminar a las personas que no pueden hablar por sí mismas o a las personas que están a punto de perder la vida. Por eso, la madre de Lemuel quiso evitar que eso mismo le ocurriera a su hijo.