Capítulo
Verso

Proverbios 4:23

LBLA Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida.
NBLA Con toda diligencia guarda tu corazón, Porque de él brotan los manantiales de la vida.
NVI Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.
RV1960 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
JBS Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.

¿Qué significa Proverbios 4:23?

En este versículo, el verbo "cuidar" se entiende como algo que debe hacerse diariamente. Algunas traducciones usan el verbo "guardar" en lugar del verbo "cuidar". Una persona sabia se da cuenta de que la tentación es real (1 Corintios 10:13) y hace todo lo posible para estar preparada para enfrentarse a cualquier situación. Este mensaje es similar al mensaje que Salomón comparte con su hijo durante los versículos anteriores. Salomón le dijo que hiciera todo lo posible para evitar el mal y a las personas que lo practican (Proverbios 4: 14–15).

Las Escrituras enfatizan constantemente que el corazón es la fuente principal del bien o del mal en nuestras vidas. Jeremías 17:9 dice: "el corazón es engañoso y perverso, más que todas las cosas. ¿Quién puede decir que lo conoce?". Jesús dijo: "el hombre bueno, saca lo bueno del buen tesoro de su corazón. El hombre malo, saca lo malo del mal tesoro de su corazón; porque de la abundancia del corazón habla la boca" (Lucas 6:45).

David, el padre de Salomón, sabía que el corazón es una parte esencial de nuestro ser cuando hacemos todo lo posible para vivir una vida moral y ética. Debido a la maldad que había en su corazón, David se quedó con la esposa quitó de Urías, Betsabé, cometió adulterio con ella y luego organizó la muerte de Urías una vez se dio cuenta de que no podía ocultar más su crimen (2 Samuel 11:2–5, 14–15). Sin embargo, una vez se dio cuenta de su pecado, David oró y dijo: "Dios mío, ¡crea en mí un corazón limpio! ¡Renueva en mí un espíritu de rectitud!" (Salmo 51:10). Dios ve todo lo que en nuestro corazón habita. 1 Samuel 16:7 nos recuerda que "Yo soy el Señor, y veo más allá de lo que el hombre ve. El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero yo miro el corazón".

Por lo tanto, debemos hacer todo lo posible para cuidar nuestros corazones.
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