¿Qué significa Proverbios 5:11?

El pecado específico del que nos advierte Salomón en este pasaje es el adulterio. En un sentido general, todo el libro de Proverbios nos hace una advertencia general muy clara: si vivimos en pecado nos arriesgamos a sufrir muchísimo más de lo debido. La inmoralidad sexual es un buen ejemplo de esto. Tal y como se expresa en este versículo, ceder ante el adulterio arruina la salud, de modo que la carne y el cuerpo se quedan totalmente demacrados. De acuerdo con esa misma idea, algunas de las afirmaciones que aparecen más tarde nos indican que "cometer adulterio es no tener cabeza; quien adultera, se corrompe a sí mismo" (Proverbios 6:32). Proverbios 6:33 dice que el adúltero "tendrá golpes y vergüenza".

Algunos de los versículos anteriores nos dejaron claro que el adulterio puede dañar tanto nuestra reputación como nuestro espíritu (Proverbios 5:9–10). Este versículo nos presenta de una manera gráfica los peligros que el pecado sexual trae consigo en lo que respecta a nuestra salud física y el bienestar de las personas.

Espiritualmente, el adulterio destruye la relación que las personas tienen con el Señor. El Salmo 66:18 dice: "si mi corazón se hubiera fijado en la maldad, el Señor no me habría escuchado". Cuando el rey David cometió adulterio con Betsabé, el rey David sufrió física y espiritualmente. Le dolían los huesos y perdió la alegría interna causada por la salvación de Dios. Sin embargo, confesó su pecado, reconociendo que fue un pecado que cometió principalmente en contra de Dios. David escribió en el Salmo 51:4: "contra ti, y sólo contra ti, he pecado; ¡ante tus propios ojos he hecho lo malo! Eso justifica plenamente tu sentencia, y demuestra que tu juicio es impecable". David oró y dijo: " ¡Devuélveme el gozo de tu salvación! ¡Dame un espíritu dispuesto a obedecerte!" (Salmo 51:12).