¿Qué significa Proverbios 5:17?
En el versículo anterior, Salomón usó el agua como metáfora para compararla con el matrimonio. La sexualidad es como el agua de un pozo: algo que debe administrarse con cuidado y disfrutarse con alegría una vez se sepa que esa agua viene del lugar correcto. Cuando no se sigue este consejo, podemos traer niños a este mundo sin tener la intención de hacerlo, lo cual es una de las consecuencias más serias y difíciles del adulterio.En los tiempos del Antiguo Testamento, los niños ayudaban a sus padres a defenderse de los merodeadores y de las personas que intentaban engañarlos o hacerles daño. Los niños se consideraban como una parte importante del patrimonio de una familia. Cuando un hombre y una mujer se aferran a un matrimonio monógamo, nadie cuestiona si los hijos que tienen son suyos realmente. Esta es una de las razones por las que la virginidad era algo tan importante en la cultura antigua: era una de las únicas formas que tenían de saber si el niño que había nacido era un descendiente legítimo de la familia y no el resultado de una relación adúltera.
El Salmo 127 nos describe la hermosa relación que existe entre padres e hijos. Los hijos son la herencia del Señor y su recompensa (Salmo 127:3). Son como flechas en la mano del guerrero (Salmo 127:4). Además, defienden el honor de su padre cuando habla con sus enemigos en la puerta, el lugar donde se hacían negocios y se resolvían las disputas (Salmo 127:5). Las Escrituras no exigen que todas las personas deben convertirse en padres o madres, pero sí dicen que los hijos son una bendición de Dios.