¿Qué significa Proverbios 6:14?

Una persona malvada e inútil también es corrupta, tal y como también lo son las personas que les hacen señas a sus cómplices mientras les están mintiendo a sus víctimas (Proverbios 6:12–13). Salomón condena a este tipo de personas porque se pasan todo el día "pensando en el mal", y sus acciones provocan separaciones y conflictos entre las personas.

Este tipo de pensamientos y acciones ilustran perfectamente lo que se nos dice en Jeremías 17:9: "el corazón es engañoso y perverso, más que todas las cosas. ¿Quién puede decir que lo conoce?" Cuando el corazón de las personas se centra en la maldad y tiende a ser egoísta en lugar de esforzarse por vivir en la justicia de Dios, esto acaba causando muchos problemas entre las personas.

El apóstol Juan dijo que había un hombre llamado Diótrefes que estaba causando muchos problemas en la iglesia. En 3 Juan 1:9–10 escribe: "yo le he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, a quien le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, cuando yo vaya, haré mención de lo que hace, pues anda hablando mal de nosotros. Y no contento con esto, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos les prohíbe hacerlo y los expulsa de la iglesia".

El apóstol Pablo también llegó a mencionar a una persona que estaba causando problemas en una de sus cartas. Pablo dice en 2 Timoteo 4:14–15: "Alejandro, el calderero, me ha causado mucho daño; que el Señor le pague conforme a sus hechos. Cuídate también tú de él, pues se ha opuesto mucho a nuestras palabras". La mayoría de las iglesias, familias y negocios, si no todos, han tenido un Alejandro o un Diótrefes entre ellos alguna vez. Tales personas aparecen de la nada para "sembrar discordia". Esas personas siembran discordia para finalmente recoger los frutos de sus propias maldades.