Verso

Proverbios 6:22

LBLA Cuando andes, te guiarán ; cuando duermas, velarán por ti ; y al despertarte, hablarán contigo.
NBLA Cuando andes, te guiarán; Cuando duermas, velarán por ti; Al despertarte, hablarán contigo.
NVI Cuando camines, te servirán de guía; cuando duermas, vigilarán tu sueño; cuando despiertes, hablarán contigo.
RV1960 Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán; Hablarán contigo cuando despiertes.
JBS Te guiará cuando anduvieres; cuando durmieres te guardará; hablará contigo cuando despertares.

¿Qué significa Proverbios 6:22?

Un proverbio es una lección corta que trata de enseñarnos una verdad general. A diferencia de algunas de las declaraciones que aparecen en las Escrituras, los proverbios no pretenden ser ideas absolutas. A medida que Salomón continúa haciéndoles advertencias a sus alumnos e hijos sobre el pecado, les dice que siempre es mejor escuchar y poner en práctica sus enseñanzas que no hacerlo. Esto no quiere decir las personas que lo hagan tendrán una vida fácil (Juan 16:33), sino que obviamente se expondrán mucho menos a las consecuencias que vienen causadas por culpa del pecado.

El propósito de estos versículos es introducir de nuevo el tema del adulterio (Proverbios 6:24). El adulterio nos conduce hacia la destrucción. Las personas que se sienten tentados a pecar sexualmente deben tener muy en cuenta los consejos que se nos dan aquí. En ese contexto, Salomón le enseña a su hijo que, al prestar atención a las instrucciones de su padre, podrá tener una dirección clara en la vida, estará más protegido y siempre sabrá lo que hacer en todo momento.

La Palabra de Dios nos ayuda en nuestra vida si la tenemos cerca de nuestros corazones y la obedecemos diariamente. Además, nos guía en la dirección correcta porque nos ayuda a distinguir entre el bien y el mal. Por lo tanto, podremos dormir profundamente con la conciencia tranquila sabiendo que hemos obedecido la Palabra de Dios (Salmo 3:5–6).

A lo largo de nuestras horas de vigilia, disfrutaremos meditando en la Palabra de Dios y escuchando la manera en que Dios nos habla a través de Su Palabra. En el Salmo 119:59–62, David describe la relación que tenía con la Palabra de Dios de una manera similar. David dice: "he estado pensando en mis acciones, y decidí encaminar mis pies hacia tus estatutos. Voy a darme prisa, y sin tardanza cumpliré con tus mandamientos. Me hallo sujeto a gente sin piedad, pero no me olvido de tu ley. Me levanto a medianoche, y te alabo porque tus juicios son rectos".
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