Verso

Proverbios capitulo 6

La Biblia de las Américas

Nueva Biblia de las Américas

Nueva Versión Internacional

Reina-Valera 1960

16Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: 17Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, 18El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, 19El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos. 20Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, Y no dejes la enseñanza de tu madre; 21Átalos siempre en tu corazón, Enlázalos a tu cuello. 22Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán; Hablarán contigo cuando despiertes. 23Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, Y camino de vida las reprensiones que te instruyen, 24Para que te guarden de la mala mujer, De la blandura de la lengua de la mujer extraña. 25No codicies su hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos; 26Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; Y la mujer caza la preciosa alma del varón. 27¿Tomará el hombre fuego en su seno Sin que sus vestidos ardan? 28¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen? 29Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; No quedará impune ninguno que la tocare. 30No tienen en poco al ladrón si hurta Para saciar su apetito cuando tiene hambre; 31Pero si es sorprendido, pagará siete veces; Entregará todo el haber de su casa. 32Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace. 33Heridas y vergüenza hallará, Y su afrenta nunca será borrada. 34Porque los celos son el furor del hombre, Y no perdonará en el día de la venganza. 35No aceptará ningún rescate, Ni querrá perdonar, aunque multipliques los dones.
Biblia del Jubileo

1Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo, si prometiste al extraño, 2enlazado eres con las palabras de tu boca, y preso con las razones de tu boca. 3Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, porque has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y esfuerza tu prójimo. 4No des sueño a tus ojos, ni a tus párpados adormecimiento. 5Escápate como la gacela de la mano del cazador, y como el ave de la mano del parancero. 6Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; 7la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, 8prepara en el verano su comida y en el tiempo de la siega allega su mantenimiento. 9Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? 10Tomando un poco de sueño, cabeceando otro poco, y cruzado los brazos otro poco para volver a dormir; 11así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre de escudo. 12El hombre perverso es varón inicuo, anda en perversidad de boca; 13guiña con sus ojos, habla con sus pies, enseña con sus dedos; 14perversidades hay en su corazón, anda pensando mal en todo tiempo; enciende rencillas. 15Por tanto su calamidad vendrá de repente; súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio. 16Seis cosas aborrece el SEÑOR, y aun siete abomina su alma: 17Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, 18el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, 19el testigo falso que habla mentiras, y el que enciende rencillas entre los hermanos.

¿Qué significa Proverbios capitulo 6?

Salomón continúa compartiendo sus dichos sabios con su "hijo", ya sea su propio hijo biológico o uno de sus estudiantes.

Para empezar, Salomón habla sobre la importancia de saber cómo cuidar de nuestras riquezas de una manera inteligente. Salomón anima a su hijo a que evite meterse en enredos financieros en los que se vea obligado a dar algún tipo de garantía. En términos generales, esto se refiere al hecho de que debemos ser extremadamente cautelosos a la hora de firmar un préstamo. Si firmamos como avales y nos damos cuenta de que nos hemos metido en una situación de riesgo, debemos tratar de salirnos del trato incluso si al hacerlo eso nos pueda causar algún tipo de humillación. Si bien las Escrituras no nos prohíben hacer préstamos o tener deudas, este pasaje nos recomienda enfáticamente que tengamos cuidado de no desperdiciar lo que hemos ganado a través de nuestro esfuerzo y dedicación (Proverbios 6:1–5).

Al convertirnos en cosignatarios de una persona en la que no confiamos nos exponemos mucho más al peligro de experimentar problemas financieros. Al igual que esto, la pereza es otra forma en la que una persona puede acabar en la miseria. Salomón le dice a su hijo que considere a la hormiga. A la hormiga nadie la supervisa, sino que trabaja duro para satisfacer sus necesidades, tanto las del presente como las del futuro. A menos que una persona trabaje con diligencia, la pobreza lo acabará alcanzando al igual que un ladrón o un hombre armado alcanzan a sus víctimas. Todo esto debe entenderse en base al sentido común y los principios generales que de él proceden. Una vez llegan los tiempos difíciles, no podemos volver atrás y rehacer lo que una vez decidimos olvidar para siempre (Proverbios 6:6–11).

La Biblia dice que una persona sabia se niega a provocar contiendas. Como con todos los proverbios, esto debe entenderse como un consejo procedente de la sabiduría general que no se puede aplicar en todos los casos. En la mayoría de las circunstancias, las personas que causan los problemas son las que tienen más probabilidades de acabar sufriendo a raíz de sus propios problemas. Dios siente un odio enorme hacia las personas que causan problemas allá por donde van. Las personas que carecen de integridad usan un lenguaje perverso y señales engañosas para sembrar la discordia por todas partes. Dentro de la lista de actitudes que Dios odia, se incluyen la arrogancia, el engaño, la violencia contra los inocentes, tener un corazón malvado y la mentira. En resumen, las personas que causan problemas son el problema en sí después de todo (Proverbios 6:12–19).

Salomón le aconseja a su hijo que siga las enseñanzas de sus padres. Estas lecciones que proceden de la experiencia lo guiarán y lo mantendrán alejado del peligro. Al igual que ocurre con otras declaraciones similares, debemos ser conscientes de las consecuencias que acarrean nuestras acciones, ya que a las personas que toman buenas decisiones no se les garantiza absolutamente que todo les irá bien. Sin embargo, sí es cierto que las personas que siguen el camino de la sabiduría tienen menos probabilidades de meterse en problemas que aquellas que actúan desde la necedad y la estupidez (Proverbios 6:20–23).

Ciertamente, cuando hacemos lo posible para alejarnos de "la mujer ajena", estamos siendo sabios. Si bien los hombres son generalmente más susceptibles a caer en las redes de la seducción que las mujeres, la idea general se les aplica a todos y a todas por igual. Salomón le advierte a su hijo que evite caer presa de la dulzura, la belleza y las miradas seductoras de la mujer ajena. De acuerdo con Salomón, tener una relación ilícita con alguien es como ponerse algo ardiendo cerca del pecho o caminar sobre unas brasas. Esas cosas nos causan mucho dolor. Una persona adúltera, dice Salomón, es insensata y autodestructiva. La sociedad puede simpatizarse con un hombre hambriento que decide robar algo de pan para comer, pero no con un hombre que decide violar a la esposa de su vecino. Los adúlteros corren el riesgo de sufrir la venganza y el peso de la vergüenza que vienen de la sociedad que los rodea (Proverbios 6:24–35).
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