¿Qué significa Proverbios 7:25?

Salomón sabía que la obediencia y la desobediencia son un asunto del corazón. Si sus hijos se dedicaran a guardar sus enseñanzas, las obedecerían y no se extraviarían. Salomón ha hecho hincapié en este pasaje sobre la importancia que tiene el hecho de no extraviarnos de nuestros caminos, sobre todo en el caso del adulterio. El joven incauto que había descrito antes había hecho ambas cosas. El joven se desvió de su camino y tomó la calle que al final le llevó hacia la casa de la adúltera (Proverbios 7:7–8). Después de sucumbir a sus suaves y halagadoras palabras (Proverbios 7:10–20), se extravió y la siguió hasta su casa (Proverbios 7:21–23), y finalmente llegaron las terribles consecuencias de haber cometido adulterio. Si bien el adulterio es el tema principal de este pasaje, el concepto general del pecado, ya sea la avaricia, la ira o la idolatría, trae consigo el mismo tipo de peligros.

Si recibimos las palabras de Jesús en nuestro corazón, lo seguiremos a dondequiera que nos guíe. Cristo dijo que Sus ovejas oyen Su voz en Juan 10:3. En el versículo 4, Jesús declaró que Él va delante de Sus ovejas, y Sus ovejas lo siguen. El Señor, el Buen Pastor, nunca desvía a Su pueblo. Siempre los conduce por aguas de reposo, por sendas de justicia; y aun cuando anden por el valle de sombra de muerte, el Señor estará con ellos (Salmo 23:2–5).