¿Qué significa Proverbios 8:10?
La sabiduría (Proverbios 8:1–4) nos ofrece elegir entre ella o la plata y el oro. ¿Cuál es mejor? La riqueza no nos garantiza la felicidad ni beneficia a nadie más allá de la tumba, ya que incluso los multimillonarios mueren y dejan atrás todas sus riquezas. El simple hecho de tener dinero no hace que una persona sea lo suficientemente sabia como para conservar esas riquezas. Sin embargo, una persona que es verdaderamente sabia tiene una mejor oportunidad para que las cosas les acaben yendo bien (Proverbios 8:18). La sabiduría puede ofrecernos beneficios que el dinero no puede comprar (Proverbios 8:11).La historia de Jesús que trata sobre un hombre rico que falleció y fue al infierno ilustra esta verdad a la perfección (Lucas 16:19–31). Pablo le dice a Timoteo que les advierta a las personas que anhelan ser ricos que "…nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar" (1 Timoteo 6:7), y añade: "los que quieren enriquecerse caen en la trampa de la tentación, y en muchas codicias necias y nocivas, que hunden a los hombres en la destrucción y la perdición" (1 Timoteo 6:9).
El rey David sabía que el valor de la Palabra de Dios supera con creces el valor de la plata y el oro, y dijo: "los decretos del Señor son verdaderos, y todos ellos justos. Son más deseables que el oro refinado y más dulces que la miel que destila del panal" (Salmo 19:9–10).