¿Qué significa Proverbios 8:14?

A diferencia de las personas arrogantes que son mentirosas e insensatas, la sabiduría nos ofrece una verdad confiable que tiene efectos poderosos en las personas que la poseen. Esto se demuestra a través de la comparación que aparece en Proverbios 8:10–11. Hay cosas que el dinero no puede comprar, y la sabiduría vale más que cualquier metal precioso o joya del mundo. Sin embargo, es más fácil adquirir riquezas a través de la sabiduría. No importa el tipo de asunto que estemos intentando averiguar, más allá de ser terrenal o eterno, la sabiduría divina es infinitamente más valiosa que cualquier tipo de riqueza material (Marcos 8:36; Lucas 12:19–20).

Jesús es la personificación de la sabiduría misma. Isaías 9:6 dice que Jesús es un «consejero admirable», un «Dios fuerte», un «Padre Eterno» y un «Príncipe de paz». Como tal, Él siempre nos instruye a seguir el camino correcto y a hacer lo correcto. Debido a que Él tiene perspicacia infalible y una sabiduría sana, Él sabe lo que es mejor para todos nosotros y hace todo para nuestro bien (Romanos 8:28–30). Debido a que Él tiene una fuerza inconmensurable, nos mantiene en Sus manos (Juan 10:28), ejerce toda Su autoridad en el cielo y en la Tierra a nuestro favor a medida que predicamos Su evangelio (Mateo 28:18–20) y nos permite sacar fuerzas de Él durante todas las circunstancias que experimentamos.

El apóstol Pablo testifica en Filipenses 4:12–13: "sé vivir con limitaciones, y también sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, tanto para estar satisfecho como para tener hambre, lo mismo para tener abundancia que para sufrir necesidad; ¡todo lo puedo en Cristo que me fortalece!". La sabiduría piadosa que poseía Pablo le permitió salir airoso de muchas situaciones en las que, sin ella, se habría quedado atrapado.