¿Qué significa Proverbios 8:15?

En este pasaje, es la sabiduría la que está hablando, quien ha sido personificada poéticamente como si fuera una mujer que está llamando a todas las personas que están dispuestas a escucharla (Proverbios 8:1–4). La sabiduría divina que fue personificada y ejemplificada en la vida de Jesús establece a todos los reyes en sus tronos y les permite a los gobernantes introducir leyes que son justas. La historia nos ha dejado claro que muchos gobernantes carecen de piedad; pero la sabiduría piadosa es lo que los hace ser justos.

Salomón reconoció que el Señor es la fuente principal de sabiduría en el mundo, y también reconoció que necesitaba la sabiduría del Señor para gobernar bien como rey de Israel. Salomón le dijo al Señor: "ahora, Señor y Dios mío, tú me has puesto en el trono que ocupó mi padre David. Te pido que me des un corazón con mucho entendimiento para gobernar a tu pueblo" (1 Reyes 3:7, 9). Dios se lo concedió, y Salomón se convirtió en un líder lleno de sabiduría (1 Reyes 3:11–14).

El apóstol Pablo señala en Romanos 13:1 que "no hay autoridad que no venga de Dios". Los gobernantes más arrogantes creen que Dios no tiene nada que ver con el hecho de que alcanzaran las posiciones de poder que tienen. Sin embargo, toda autoridad terrenal ha sido designada por Dios, por elección o tolerancia divina. Obviamente, durante la historia de Israel hubo muchos reyes que no honraron a Dios mientras gobernaron, y no estuvieron dispuestos a someterse a Su sabiduría. De manera similar, hay muchos gobernantes en la actualidad que no buscan a Dios ni tampoco Su sabiduría para saber cómo desempeñar bien sus labores como líderes de las ciudades y los pueblos que lideran.