¿Qué significa Proverbios 8:17?
La sabiduría, la cual está siendo personificada como una mujer que está clamando para que la escuchen (Proverbios 8:1–4), dice: "amo a los que me aman". En la antigüedad, el "amor" se veía como algo más que una mera emoción. De hecho, el significado principal de "amor" se relacionaba más con las acciones que con las emociones. En ese contexto, es fácil ver la manera en que la sabiduría puede "amar" a las personas que "aman" la sabiduría. Cuando actuamos de acuerdo con los principios de la sabiduría divina (Proverbios 8:6–9), es más probable que las cosas nos vayan mejor, aunque las Escrituras no nos lo aseguran (Proverbios 8:10–11, 18).El amor, en conexión con Dios, también tiene un significado muy profundo. El amor de Jesús es incomparable. Es un amor desinteresado y sacrificado. Juan 13:1 dice esto de Jesús: "a los suyos que estaban en el mundo los había amado siempre, y los amó hasta el fin". Ciertamente, la muestra más significativa del amor que Jesús siente por nosotros fue Su muerte en la cruz. El apóstol Pablo escribe en Gálatas 2:20: "pero con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí". El amor que Jesús siente por nosotros enciende en nosotros un amor recíproco hacia Él. El apóstol Juan dice: "nosotros lo amamos a él, porque él nos amó primero" (1 Juan 4:19).
Las personas que buscan la sabiduría con diligencia la acaban encontrando. Jeremías 29:13 les aplica esta misma idea a las personas que buscan a Dios: "cuando ustedes me busquen, me hallarán, si me buscan de todo corazón. El siguiente versículo nos hace la siguiente promesa: "ustedes me hallarán" (Jeremías 29:14). Jesús, quien es la fuente de toda sabiduría, invita a todas las personas que están perdidas a que se acerquen Él. Jesús dijo: "todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no lo echo fuera" (Juan 6:37). La verdad de Dios no se esconde (Romanos 1:18–20) de las personas que sinceramente desean encontrarla (Mateo 7:7–8).