¿Qué significa Romanos 1:25?
Pablo comenzó esta sección en Romanos 1:18 declarando que la ira de Dios se está revelando contra la impiedad y la injusticia de la humanidad. Sin embargo, todos los versículos posteriores simplemente han descrito cómo la humanidad ha rechazado a Dios como creador, proveedor y Señor.El versículo anterior describió a Dios actuando contra la humanidad debido a nuestra pecaminosidad. Dios actúa "sin hacer nada", lo que significa que Dios simplemente se quita del medio y nos deja hacer lo que nos plazca. A primera vista, esto no parece ser un castigo. Dios nos entregó a nuestros deseos sexuales. En otras palabras, aparentemente Dios dejó de restringir el impulso humano de controlar nuestros deseos sexuales. Para nuestros oídos modernos, debido a nuestro pensamiento confuso, eso casi suena como algo bueno.
El resultado, sin embargo, es una cantidad incalculable de miseria ya que la humanidad ha expresado su desenfrenado deseo sexual en todas sus formas, tanto unos con otros como unos contra otros, generación tras generación; puede que no conectemos el dolor con esas acciones, pero Dios sí parece hacerlo. Dios parece ver como una consecuencia en sí misma el hecho de permitirnos complacernos plenamente en nuestros deseos pecaminosos.
¿Y por qué lo hizo? Pablo escribe que fue la respuesta directa de Dios a dos cosas. Primero, la humanidad pagana e injusta cambió la verdad de Dios por una mentira (Romanos 1:21–22). Parece que Pablo está diciendo que cambiamos la verdad de que Dios es el creador por la mentira de que toda la creación surgió de alguna otra manera.
En segundo lugar, comenzamos a adorar y servir a las criaturas que Dios hizo en lugar de a Aquel que las creó todas (Romanos 1:23). Dios entiende la adoración de ídolos como algo personal: de sus Diez Mandamientos, los dos primeros indican que Israel no debe tener otros dioses delante de él y no adorar ni servir a ninguna imagen de ninguna cosa creada (Éxodo 20:3–6).
Pablo, aparentemente queriendo distanciarse incluso de la idea de dejar a Dios a un lado para adorar la naturaleza, concluye esta oración diciendo que el creador es bendecido para siempre.