¿Qué significa Romanos 13:6?

Pablo ha estado enseñándonos la doctrina cristiana que trata sobre la necesidad de someternos a nuestras autoridades humanas, incluyendo también a las autoridades gubernamentales. Los cristianos estamos llamados a hacer esto porque creemos que Dios es quien ha puesto a toda autoridad humana en sus cargos. Las autoridades existen para servir a Sus propósitos, incluido el propósito de castigar a las personas que hacen cosas malas (2 Tesalonicenses 2:7). El contexto de este y otros pasajes nos deja claro que los cristianos están obligados a desobedecer al gobierno únicamente cuando se vean obligados a desobedecerle a Dios (Hechos 5:27–29). Como regla general, a los creyentes se les ordena cooperar con las autoridades gubernamentales.

Ahora Pablo comparte un ejemplo específico de sumisión al gobierno humano: el pago de impuestos. Los cristianos son contribuyentes, dice Pablo, porque esos impuestos apoyan la obra que Dios tiene la intención de llevar a cabo a través de las autoridades humanas que Él mismo ha establecido. Incluso cuando esos hombres o mujeres se oponen a las verdades de Dios, su papel fundamental como guardianes del orden sigue siendo parte de la voluntad de Dios.

Esta fue una posición controvertida incluso entre los líderes judíos de la época de Jesús y Pablo. Los críticos intentaron engañar a Jesús preguntándole si era lícito pagarle impuestos al gobernante romano César. Jesús, señaló que la imagen de César se podía ver en el dinero mismo, y dejó claro que los impuestos debían pagarse (Mateo 22:15–22). De manera similar, algunos en la actualidad han sugerido que los cristianos no deberían pagar impuestos si el gobierno estuviera financiando prácticas malvadas. Jesús y Pablo no están de acuerdo. Ambos pagaron impuestos al mismo gobierno que finalmente los mató y persiguió a otros cristianos también. Por lo tanto, ninguno de los dos consideró la opción de no pagar impuestos por una cuestión de conciencia.

La idea más importante de Pablo es que debemos confiar en que Dios nos proveerá como hijos suyos que somos. En el caso de este pasaje, eso incluye la provisión a través de las autoridades gubernamentales que Él mismo establece. Dios es completamente capaz de usarlos para nuestro bien, sin importar quiénes sean o cuáles sean sus intenciones.