¿Qué significa Romanos 13:7?
Pablo concluye esta sección sobre la sumisión a las autoridades gubernamentales con un último pensamiento más amplio que hace referencia al hecho de que debemos pagar todo lo que debemos, a todos los niveles. En resumen, Pablo describe a los cristianos como personas que deben pagarles lo que les debemos a otros en todos los casos. Esto incluye impuestos, como se describe en el versículo anterior, contribuciones, es decir, dinero, así como respeto y honor. Si bien estamos obligados a desobedecer abiertamente los mandamientos malvados (Hechos 5:27–29), los cristianos deben vivir vidas, en general, de obediencia a la ley.Dentro del contexto de esta sección, se añaden palabras como respeto y honor como cosas que los creyentes también le deben al gobierno, y esto puede provocar que la enseñanza de Pablo nos resulte aún más difícil de entender. Las cartas de Pedro van aún más lejos a la hora de expresar la urgencia de honrar al emperador (1 Pedro 2:13–17). Es importante darse cuenta de la diferencia que existe entre ofrecer respeto y honor, y encomendar o elogiar a alguien. Pablo no les ordena a los cristianos de sacrificio vivo que tengan pensamientos positivos para todas las personas que forman parte de las autoridades, ni tampoco manda que los creyentes los defiendan cuando de hecho se equivocan. En cambio, Pablo elimina por completo toda opción que nos pueda conducir a hablar y actuar de manera irrespetuosa y deshonrosa.
Tal y como lo aclaran otros versículos, esto tampoco significa que los creyentes deban ser obedientes en todo momento y no puedan hacer ninguna pregunta al respecto. El cristianismo tiene una larga historia de desobediencia civil a quienes tienen autoridad, y esto mismo ocurrió con Jesús, Pablo y otros apóstoles; cabe destacar que Pedro y los otros apóstoles continuaron predicando el evangelio cuando se les ordenó explícitamente que no lo hicieran. Los apóstoles dijeron: "debemos obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hechos 5:29). La mayoría de ellos pagaron con sus vidas por pensar así: eso es "sumisión" a diferencia de "obediencia".
Sin embargo, incluso en esas circunstancias, esos creyentes que fueron martirizados no se negaron al hecho de ser respetuosos ni honrar a aquellos en posiciones que ellos mismo sabían que Dios les había permitido tener. La idea más importante de Pablo en este pasaje es que a los cristianos nunca se les debe conocer como personas que desafían y le faltan el respeto a la autoridad, especialmente en asuntos que no estén relacionados con la obediencia a Dios. Además, Pablo insiste en que nuestros actos de respeto, honor y sumisión hacia las autoridades humanas son, en verdad, actos que muestran la fe que hemos depositado en Dios, quien a su vez es quien realmente está al mando de todo lo que ocurre en el mundo.