¿Qué significa Romanos 14:13?
Pablo resume la sección anterior y pasa a una nueva idea. Aquí, Pablo comienza repitiendo que ningún cristiano debería juzgar a otros cristianos, especialmente sobre estos asuntos de opinión como comer carne y observar días especiales. Más tarde, nos quedará claro que Pablo está escribiendo esta nueva sección para aquellos que él describiría como personas que tienen una fe más fuerte. Pablo se refirió con anterioridad a los cristianos que no comen carne por razones religiosas como personas "débiles en la fe" (Romanos 14:1–2). Estos cristianos no están convencidos de que Dios en su gracia los haya liberado del legalismo y de ciertas prohibiciones sobre la comida. Sin embargo, Pablo no condenó a estos creyentes "débiles en la fe". En cambio, les dijo a los cristianos más fuertes en su fe que aceptaran plenamente a los débiles en la fe y que no trataran de forzarles a cambiar de opinión.Ahora Pablo se concentra en una nueva forma de ayudarnos los unos a los otros: decidir no poner nada en el camino de otros cristianos que pueda hacer que tropiecen espiritualmente. En los siguientes versículos, Pablo les dirá a aquellos que son más fuertes en la fe, en el sentido de que están ejerciendo su libertad en Cristo para comer carne o no observar días especiales, que estén dispuestos a abstenerse, si es necesario, por el bien de los otros. Esto no significa que sus acciones sean, de hecho, pecaminosas. Sin embargo, significa que deben considerar la debilidad de los demás al decidir cuándo y si participar en ciertas actividades en algunos momentos específicos.
El contexto es crucial al aplicar este pasaje. Con demasiada frecuencia, el término "piedra de tropiezo" se utiliza como una acusación hacia aquellos a los que Pablo ha descrito como "débiles en la fe". Sin embargo, tal y como Pablo lo ha aclarado en otros versículos (Romanos 14:3), los creyentes no pueden esgrimir sus propias convicciones como si fueran un garrote, y no deben intimidar a los demás para que se ajusten a sus propias opiniones (Colosenses 2:16–23; 1 Corintios 10:29–30).