¿Qué significa Romanos 15:19?

En el versículo anterior, Pablo estaba hablando sobre lo que Cristo había logrado a través de él, compartir el evangelio con los gentiles. Cristo había hecho esto de palabra y obra. Ahora Pablo añade más información a esa explicación. Cristo hizo esta obra a través de señales y prodigios y por el poder del Espíritu de Dios.

Pablo continúa mostrando que no puede atribuirse el mérito de la transformación que ya estaba ocurriendo entre el pueblo gentil a través de la fe en Cristo. Dios usó milagros sobrenaturales para convencer a los oyentes de Pablo de que sus palabras y hechos venían genuinamente del cielo. Estos milagros incluían evidencia del poder del Espíritu Santo, especialmente cuando grupos enteros de personas llegaban a creer en Cristo y recibieron el Espíritu.

Pablo sabía que no podía atribuirse ninguno de los resultados de su ministerio, pero también sabía que él fue quien compartió el mensaje de la gracia de Dios con los gentiles. Este sigue siendo el mismo caso para el ministerio en la actualidad. Los creyentes obedecen a Dios presentándose para servir en cualquiera de las oportunidades que Dios mismo haya creado, y Dios también es quien les proporciona el poder para hacer el trabajo. Por lo tanto, Dios nos envía, y nosotros vamos y cumplimos Su palabra. Dios cumple Sus propósitos a través de nosotros.

Pablo también describe su ministerio hasta este momento en términos geográficos: sus viajes llegaron desde Jerusalén, donde comenzó todo, hasta Ilírico, un lugar que también se conoce como Dalmacia, una región situada al noroeste de Macedonia, incluida parte de la actual Croacia.

Cuando Pablo dice que ha cumplido su ministerio de llevar el evangelio de Cristo a todos estos lugares, Pablo no quiere decir que ya no quedara trabajo por hacer allí, sino que Pablo quiere decir que él hizo exactamente lo que Cristo le dijo que hiciera en cada uno de los lugares donde estuvo.