Capítulo
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Verso

Romanos 15:31

LBLA para que sea librado de los que son desobedientes en Judea, y que mi servicio a Jerusalén sea aceptable a los santos,
NBLA para que sea librado de los que son desobedientes (incrédulos) en Judea, y que mi servicio a Jerusalén sea aceptable a los santos,
NVI Pídanle que me libre de caer en manos de los incrédulos que están en Judea, y que los hermanos de Jerusalén reciban bien la ayuda que les llevo.
RV1960 para que sea librado de los rebeldes que están en Judea, y que la ofrenda de mi servicio a los santos en Jerusalén sea acepta;
JBS Que sea librado de los rebeldes que están en Judea, y que la ofrenda de mi servicio a los santos en Jerusalén sea acepta;

¿Qué significa Romanos 15:31?

Pablo ha pedido, de manera muy seria, que los cristianos de Roma oren con él acerca de sus circunstancias. Ahora comienza a enumerar tres cosas específicas.

Lo primero que quiere que le pidan a Dios es que sea liberado de los incrédulos en Judea. Pablo ya sabe, a causa de repetidas experiencias, que los judíos religiosos quieren matarlo (Hechos 14:9; 23:12; 25:3). Pablo se está preparando para viajar a Jerusalén, el corazón mismo del judaísmo religioso, y se da cuenta de que esto lo pondría en grave peligro. Pablo les pide a los cristianos romanos que oren por su seguridad, para que su vida estuviera a salvo.

Pablo se estaba preocupando, y con razón. Hechos 21:27–36 describe lo que sucedió cuando los líderes religiosos judíos lo encontraron en el templo de Jerusalén. Furiosos por su enseñanza de que la salvación estaba disponible solo por la fe en Cristo y no por seguir la ley, agarraron a Pablo, lo arrastraron fuera del templo y trataron de matarlo. Sin embargo, esta oración fue respondida de una manera muy inesperada. Los soldados romanos intervinieron y detuvieron a Pablo. Pablo acabó salvándose, pero terminó en prisión durante los siguientes dos años. Dios no siempre responde nuestras oraciones de la manera que esperamos.

La segunda petición de Pablo fue que los cristianos judíos en Jerusalén recibieran el regalo de ayuda financiera que les iba a dar, el cual provenía de los creyentes gentiles. ¿Por qué no lo recibirían? Quizás la tensión que existía entre los cristianos judíos y los gentiles estaba aumentando; quizás los judíos cristianos rechazarían el regalo por temor a los judíos religiosos incrédulos, quizás a Pablo le preocupaba que le robaran o lo encarcelaran durante el camino. En cualquier caso, Pablo deseaba con ansia que este regalo fuera recibido, y de buena gana.

Aparentemente, esta oración también se respondió cuando, al menos al principio, Pablo fue recibido calurosamente a su llegada por los judíos cristianos en Jerusalén (Hechos 21:17).
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