¿Qué significa Romanos 2:2?
Pablo les ha tendido una especie de trampa a sus lectores religiosos, ya que se está refiriendo especialmente a aquellos judíos que piensan que seguir la ley de Moisés los ha hecho ser justos ante Dios y, por lo tanto, son libres de Su juicio. En el capítulo anterior, Pablo describió cómo la humanidad en general rechaza a Dios y se entrega a todo tipo de palabras, acciones y estilos de vida pecaminosos (Romanos 1:18–32). Pablo concluyó ese argumento diciendo que tal vida pecaminosa se gana una sentencia de muerte por parte de Dios. La trampa de Pablo era la siguiente: sabía que muchos de sus lectores judíos asumían que la lista de pecados y el juicio de Dios resultante no se aplicaba a ellos. Después de todo, eran el pueblo especial de Dios, por lo tanto, Dios no les condenaría.Sin embargo, Pablo los condena, comenzando por el modo en el que ellos mismos juzgan a otros. Ahora declara que todos sabemos que Dios está justificado al condenar a los que pecan en las formas que se describieron anteriormente. Dios juzga el pecado, y punto. Esto incluso se les aplica también a los pecados que llegaron a cometer los seguidores judíos de la ley. Por lo tanto, ellos tampoco deben asumir que son inmunes al juicio de Dios.
Pablo está comenzando a sentar las bases del tema central de esta carta y de todo su ministerio: todos, incluso los judíos, deben alcanzar la salvación a través de la fe en Cristo.