¿Qué significa Romanos 3:20?
En el siguiente versículo, Pablo comenzará a hablar sobre el plan que Dios había preparado, que consistía en ofrecerles justicia a los pecadores a través de la fe en Cristo. Sin embargo, todavía no ha llegado a ese punto. Con este versículo, Pablo concluye su argumento de que todos merecemos el juicio y la ira de Dios contra nuestra pecaminosidad, incluso aquellos que viven bajo la ley de Moisés (Romanos 3:10).De hecho, la ley era un regalo que Dios le había hecho a Israel, pero no era la forma de llegar a ser justo ante Dios. Pablo lo dice sin rodeos: ningún ser humano será justificado ante Dios por las obras de la ley. ¿Por qué es así? Porque ningún ser humano puede guardar perfectamente las obras de la ley. Somos pecadores por naturaleza. Cada persona, sin excepción, elige hacer lo que sabe que está mal, al menos algunas veces.
La ley es un regalo porque nos demuestra a nosotros, a los judíos y a los gentiles, cuán pecadores somos. Sin la descripción escrita de Dios de la justicia humana en la ley, podríamos sentirnos tentados a argumentar que somos personas buenas. Sin embargo, cuando comparamos nuestras vidas con las reglas de la ley, finalmente debemos admitir que somos pecadores desesperados y que violamos la ley de Dios más veces de lo que creemos. De hecho, continuamente.
La ley nos deja claro que somos pecadores y nos "ayuda" a llegar a la conclusión de que nos merecemos el juicio de Dios. Sin embargo, ese no es el final de la historia. En el siguiente versículo, Pablo comienza a describir una forma de alcanzar la justicia que está disponible "sin necesidad de cumplir la ley".