¿Qué significa Romanos 3:22?

Pablo ha eliminado completamente la posibilidad de que alguien pueda ser reconciliado con Dios siguiendo exclusivamente la ley. En pocas palabras, no hay nadie que busque a Dios con la intención de ganarse la etiqueta de "justo" por voluntad propia (Romanos 3:10). Eso significa que todas las personas, judíos y gentiles, merecen la ira de Dios por el pecado. Habiendo dicho eso, y dejando en claro que ninguna persona tiene ninguna esperanza de llegar al cielo a través de sus propios esfuerzos, Pablo nos ha presentado otra manera de llegar a ser justo: estar justificado ante Dios es la única forma de salvarse de la ira de Dios.

Pablo resume muy claramente que la justicia de Dios está disponible para todos los que creen a través de la fe en Jesucristo. ¿Cómo es esto posible? Pablo nos continuará mostrando que solo Jesús guardó la ley perfectamente. Luego murió por los pecados de todos los infractores de la ley. Cuando ponemos nuestra fe en Jesús, Dios nos da crédito por Su justicia y recibe el pago de Jesús por Su propia muerte debido a nuestro pecado.

El versículo termina con el comienzo de un nuevo pensamiento: "no hay diferencia alguna". Pablo quiere decir que no hay diferencia entre los seres humanos. En el próximo versículo dirá que todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios. Esto incluye todo tipo de grupos de personas: judíos, gentiles, hombres, mujeres, los oprimidos, los opresores, los que hacen buenas obras y los que no. Todos pecamos y ninguno de nosotros se puede ganar la gloria de Dios.