¿Qué significa Romanos 5:12?
Anteriormente, Pablo explicó que la salvación en base a la fe nos lleva a estar en paz con Dios, tener esperanza y confiar en Él, ya que Dios nos ha mostrado claramente el amor que siente por nosotros (Romanos 5:8). Pablo comienza una nueva sección en este versículo en la que compara la obra de Adán, como representante de la humanidad pecadora, con la obra de Cristo, la cual ocurrió a favor de la humanidad pecadora. Esto también explica los pensamientos que se han compartido sobre el pecado humano, el sacrificio de Cristo y nuestra salvación, temas sobre los que ya se ha hablado en esta carta.Pablo comienza a hablar sobre Adán, aunque no se le menciona por su nombre durante varios versículos. Pablo declara que el pecado entró en el mundo por medio de un hombre. Este hombre es Adán, el primer hombre creado del polvo por Dios mismo (Génesis 1:27). El aliento de Dios le dio vida a Adán y más tarde Dios lo puso en el jardín del Edén con una sola restricción: estaba prohibido comer del árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis 2:15–17). Adán, junto con su esposa Eva, hicieron exactamente lo que se les dijo que no hicieran, y el pecado entró en el mundo.
Vale la pena señalar aquí que el término "mundo", en este contexto, se refiere específicamente a la humanidad. La discusión de Pablo aquí se centra enteramente en la relación que existe entre los seres humanos y Dios. Los intérpretes difieren en cuanto a si este versículo apoya o no que toda muerte, incluida la de los animales, está implícita en esta declaración.
Lo que queda claro del argumento de Pablo aquí es que la muerte fue una consecuencia del pecado, tal y como Dios dijo que sucedería. Primero, Dios sacrificó a un animal para proporcionarles ropa a Adán y Eva, que de repente se dieron cuenta de su desnudez debido a su pecado (Génesis 3:21). Sin embargo, más que eso, Adán y Eva se separaron de Dios y se alejaron del jardín y comenzaron a morir físicamente; se convirtieron en seres mortales con una vida limitada. Peor aún, Adán y Eva le transmitieron su pecado a su descendencia. Toda persona que haya nacido en el mundo, excepto Cristo (Hebreos 4:15) nació en pecado y está destinada a morir. El pecado siempre conduce a la muerte, tal y como lo aclarará Pablo durante los siguientes versículos.
Este fue el trágico resultado y aparentemente ineludible del primer pecado que Adán cometió en el jardín del Edén.