¿Qué significa Romanos 5:3?

Pablo está describiendo algunos de los beneficios que reciben aquellos que, por la fe en Cristo, han sido justificados ante Dios y sus pecados han sido perdonados. Estos beneficios solo están disponibles para los creyentes; el "nosotros" que Pablo usa aquí se refiere a los cristianos que ya se han salvado, no a toda la raza humana. Hasta ahora, Pablo ha demostrado que vivimos en un eterno estado de paz con Dios, y así hemos evitado recibir Su ira y Su juicio debido a nuestros pecados, los cuales ya han sido perdonado. Además, a través de la fe, hemos obtenido acceso a la gracia de Dios e incluso la estamos recibiendo ahora. Finalmente, tenemos el gozo que proviene de tener la esperanza absolutamente segura de experimentar la gloria de Dios por la eternidad.

En este versículo, Pablo señala un beneficio de la salvación que experimentamos de inmediato. Para aquellos en Cristo, nuestro sufrimiento es importante y cuenta para algo. Para quienes mueren sin Cristo, el sufrimiento es simplemente sufrimiento: es dolor, pérdida y frustración, que no genera ningún beneficio en particular y no llega a ninguna resolución. Para aquellos en Cristo, sin embargo, el sufrimiento tiene un sentido, ya que estamos destinados a experimentar algo más elevado. De hecho, esto nos hace experimentar cosas buenas también.

Por supuesto, esta enseñanza también implica que los cristianos todavía sufren en este lado de la eternidad. Estar en Cristo no pone fin a nuestro sufrimiento personal y temporal en la tierra. Sin embargo, ese sufrimiento produce algo que Pablo llama aquí "perseverancia", que a su vez produce en nosotros otras características poderosas y positivas. La resistencia es la capacidad de seguir adelante cuando tenemos ganas de detenernos, tal y como se entrenan los corredores de larga distancia. En este contexto, la resistencia se trata de nuestra capacidad para confiar en Dios durante períodos más prolongados y a través de mayores grados de dificultad. El sufrimiento, en otras palabras, es una oportunidad para confiar en Dios a un nivel más profundo a través de situaciones más difíciles.

Santiago presentó su carta con esta idea exacta cuando dijo: "hermanos míos, considérense muy dichosos cuando estén pasando por diversas pruebas. Bien saben que, cuando su fe es puesta a prueba, produce paciencia" (Santiago 1:2–3).

Tanto Pablo como Santiago ven esta realidad como un motivo de regocijo, y entienden que el hecho de "regocijarnos" es más que un sentimiento, es una elección; por eso, tenemos la capacidad de ver la bondad de Dios incluso a través de las situaciones más difíciles, en el sentido de que Él nos está llamando a acercarnos y confiar en Él más profundamente.