¿Qué significa Romanos 7:24?
Después de expresar la frustración de seguir pecando a pesar de su deseo de hacer el bien y seguir la ley de Moisés, Pablo ahora clama con desesperación: ¡miserable de mí! ¿Quién me salvará de este cuerpo de muerte?Vale la pena representar dos perspectivas sobre lo que Pablo intenta decir en esta sección. Algunos eruditos de la Biblia creen que Pablo se está describiendo a sí mismo antes de hacerse cristiano, cuando estaba siguiendo la ley. En ese caso, en este versículo Pablo estaría presentado la admisión de su total incapacidad para hacer lo correcto sin importar cuánto se pueda esforzar para hacerlo. Pablo llega a darse cuenta de que es verdaderamente un esclavo de su propia pecaminosidad, y no tienen ninguna esperanza de escaparse. ¿Está reconociendo Pablo que necesita que alguien intervenga y lo salve de su "cuerpo de muerte"? Pablo ha dejado claro que el pecado vive en los miembros de su cuerpo (Romanos 7:23) y que el pecado siempre conduce a la muerte (Romanos 7:10–13). La pecaminosidad que vive dentro de él lo matará a menos que alguien lo rescate.
Otros eruditos y maestros de la Biblia entienden que Pablo está expresando su frustración después de haber recibido a Cristo. La gramática griega que Pablo usa aquí sugiere ciertamente que esta es su intención. Si bien los pasajes anteriores usaban voces en plural, o tiempos pasados y futuros, esta sección está escrita en la primera persona del singular del tiempo presente. Al menos en términos literarios, Pablo habla del aquí y del ahora. Aunque ha sido liberado de la esclavitud del pecado, no ha perdido su deseo de pecar. El pecado en su cuerpo continúa haciéndolo tropezar incluso cuando lo reconoce como el mal que es. Pablo quizás está clamando para ser liberado de su cuerpo, el cual está plagado de pecados, y recibir un cuerpo nuevo más allá del alcance de sus propios deseos pecaminosos, algo de lo que hablará en el siguiente capítulo; quizás está clamando por el Espíritu Santo para que le dé poder para vencer el pecado del que parece que no puede escaparse (Gálatas 5:16–24).
En cualquier caso, Pablo responderá inmediata y enfáticamente a la pregunta: "¿quién me librará de este cuerpo de muerte?" en el siguiente versículo.