¿Qué significa Romanos 8:2?

Pablo escribió en el versículo anterior que no hay absolutamente ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús. Este versículo comienza a describir por qué es eso cierto y tiene mucho que ver con el Espíritu Santo. Esta es solo la segunda mención del Espíritu Santo en Romanos, ¡pero simplemente la primera de aproximadamente 19 menciones del Espíritu en el capítulo 8!

¿Por qué no hay condenación de Dios para los que están en Cristo Jesús? La ley —o principio— del Espíritu de vida nos ha liberado en Cristo Jesús de la ley —o principio— del pecado y la muerte. La palabra "ley", la cual se usa dos veces en este versículo, no se refiere a la ley de Moisés, acerca de la cual Pablo ya ha escrito mucho en Romanos. En cambio, describe la idea de una verdad universal.

La primera verdad o principio es el Espíritu de vida. Dicho de otra manera, el Espíritu de Dios siempre nos ofrece o nos trae vida, y esto les ocurre solo a aquellos que han depositado su fe únicamente en Cristo Jesús. Sin fe en Cristo, no seremos justificados por Dios (Romanos 5:1), y si no somos justificados, no recibiremos el Espíritu que da vida. Dicho de manera positiva, debido a que tenemos fe en Cristo, Dios nos ha dado Su Espíritu, el cual trae vida, y eso nos ha liberado de la ley o principio del pecado y la muerte.

Esa segunda ley se refiere a que el pecado siempre conduce a la muerte. Esa es la razón por la que todos fuimos condenados a la muerte eterna y a la separación de Dios en primera instancia (Romanos 3:23; 6:23). La única forma de escapar de la ley del pecado y la muerte es acceder a la ley del Espíritu de vida a través de la fe en Cristo.