¿Qué significa Romanos 8:29?
Los cristianos no llegamos a tener nuestra relación con Dios de manera casual. Pablo quiere consolarnos durante nuestra espera y sufrimiento mientras anhelamos estar con Dios y finalmente ser glorificados en Su justicia. Pablo acaba de describir a los creyentes, y ha dicho que son personas que tienen el objetivo de cumplir con el propósito de Dios en sus vidas. Ahora, se nos explica lo que esto significa. Al hacerlo, este pasaje comienza a introducir una de las ideas más controvertidas y polémicas de toda la teología: la de la predestinación.Pablo comienza diciendo que Dios tenía un plan para nosotros desde "antes". Pablo dice que Dios "conocía de antes" a los que ahora son hermanos y hermanas de Jesús, porque se han convertido en hijos de Dios a través de la fe en Jesús. La expresión "conocer de antes" significa que Dios, de alguna manera o sentido, conocía a cada cristiano antes de que nosotros lo conociéramos a Él.
Basándonos en esto, Dios predestinó —determinó, designó u ordenó de antemano— a los que se salvarían para ser conformados a la imagen de Jesús. Pablo lo dice aún más claramente en Efesios 1:4, "en él, Dios nos escogió antes de la fundación del mundo, para que en su presencia seamos santos e intachables".
Gran parte de la controversia sobre este pasaje trata sobre si Dios permite o no que el libre albedrío humano sea parte de esta elección, o si las acciones de Dios son totalmente unilaterales. En lo que respecta a esta declaración específica, ese nivel de detalle es irrelevante. El Capítulo 9 discutirá más a fondo este concepto, en formas que están fuertemente influenciadas por cómo se interpreta la predestinación.
La conclusión de este versículo en particular es que podemos estar seguros acerca de nuestra salvación. Podemos saber, como los que ahora están en Cristo, que el propósito de Dios para nosotros siempre ha sido que seamos como Cristo. Dios había programado nuestra entrada en Su familia mucho antes de que naciéramos. Si Dios supo de nosotros antes de que naciéramos y dispuso nuestra salvación, ciertamente conoce nuestras pruebas y sufrimientos ahora, y lo que nos espera. Eso debería proporcionarnos un gran consuelo mientras esperamos estar con nuestro Padre para siempre.