¿Qué significa Romanos 8:9?
Pablo ha estado describiendo la diferencia que existe entre aquellos que viven según la "carne" autosuficiente, egoísta y pecaminosa y aquellos que viven según el Espíritu de Dios. La descripción de Pablo no deja lugar para que alguien viva según la carne y según el Espíritu al mismo tiempo. Los cristianos vivimos a través del Espíritu, incluso si a veces nos pudiera distraer el pecado. Un verdadero creyente en Cristo puede pecar (1 Juan 1:9–10), pero el pecado no es el patrón normal de comportamiento para alguien que ya está en Cristo (1 Juan 3:4–6). Los que no creen viven según la carne, y se sirven a sí mismos.Ahora Pablo les deja claro a sus lectores, los cristianos que viven en Roma, que entiende que ellos viven según el Espíritu y no según la carne. Pablo los identifica como cristianos, con una estipulación: esto es cierto "si" el Espíritu de Dios vive en ellos. En el español moderno, tendemos a asumir que la palabra "si" implica algún tipo de duda, cuando lo que hace en realidad es simplemente conectar dos ideas. Esta frase podría entenderse mejor como una condición que se asume que es cierta. En otras palabras, "usted vive según el Espíritu porque el Espíritu de Dios ya mora en usted".
Lo contrario también es cierto: si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, no le pertenece a Cristo. Pablo no deja lugar para aquellos "cristianos" que no tienen el Espíritu de Dios dentro de sí mismos. Dios le ofrece Su Espíritu Santo a cada cristiano. Sin el Espíritu, no somos cristianos (1 Corintios 3:16; 2 Timoteo 1:14).
Note que este versículo apoya constantemente la idea de la Trinidad. Dios es tres personas en una: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Aquí se hace referencia al Espíritu como el Espíritu de Dios y el Espíritu de Cristo, aunque sean la misma entidad. Además, se dice que el Espíritu de Dios vive en los cristianos en este versículo y se dice que Cristo está "en ustedes" en el siguiente versículo. Por lo tanto, la Trinidad se está mencionando aquí continuamente.
Romanos 8:1–11 comienza con una enorme declaración sobre la gracia de Dios: no hay condenación para los que están en Cristo Jesús. Después de describir cómo esto es posible, gracias a la vida y muerte de Jesús, Pablo compara dos tipos de vida. Una es la vida en el Espíritu Santo, para los que están en Cristo, la otra es la vida que se vive según la carne. Los que están en la carne, es decir, los no cristianos, muestran una actitud hostil contra Dios. Los cristianos tienen el Espíritu; los que no lo tienen no son cristianos. Debido a que el Espíritu está en nosotros, seremos resucitados de entre los muertos tal y como Jesús fue resucitado también.
Romanos 8 comienza y termina con declaraciones acerca de la absoluta seguridad que los cristianos tienen ante Dios: no hay condenación para los que están en Cristo, y nada podrá separarnos de Su amor. Habiendo creído en el evangelio, ahora vivimos en el Espíritu de Dios. Eso nos permite llamar a Dios Abba, Padre. Sufrimos con Cristo y sufrimos junto con toda la creación mientras esperamos que Dios nos revele como Sus hijos. Con la ayuda del Espíritu, confiamos en que Dios está con nosotros y nos ama en Cristo.