¿Qué significa Romanos 9:16?
Pablo está argumentando sobre si es justo o no es justo que Dios decida quién recibirá Su favor o Su misericordia. En el versículo anterior, Pablo citó las palabras que Dios le dijo a Moisés: que Él le mostraría Su misericordia y Su compasión a quien Él quisiera, o justo lo contrario, de acuerdo con Su propia voluntad. Otra forma de decirlo podría ser que Dios se reserva el derecho de darle Su misericordia a quien Él quiera. Dios no está obligado a hacer nada por nadie, por lo que Dios puede elegir a algunos para otorgarles Su misericordia, mientras que a otros no, cambiando entonces el sentido negativo que la palabra "injusto" acarrea comúnmente. De hecho, lo más "justo" sería negarles cualquier tipo de misericordia a todas las personas; la misericordia es una forma benévola de un tipo de trato "injusto".Ahora Pablo deja claro que recibir o no la misericordia de Dios no tiene nada que ver con la voluntad o las obras humanas. Dios no está siendo injusto a la hora de elegir a solo a algunas personas para que recibieran Su propia misericordia, ya que nadie puede jamás ganarse Su misericordia, así que nadie tiene más derecho a merecerla que cualquier otra persona. Dios no le debe su misericordia a nadie en absoluto. Por definición, la "misericordia" es algo que se le da a quienes no se la merecen o no se la han ganado. Ganársela o merecérsela, no es una cuestión de gracia o misericordia, una idea que Pablo usa con frecuencia durante esta carta (Romanos 4:2–5; 11:6).
En el siguiente versículo, Pablo ofrecerá un ejemplo más del Antiguo Testamento, acerca de un momento en el que Dios eligió retener Su misericordia para cumplir Sus propios propósitos.