¿Qué significa Romanos 9:17?
Pablo continúa argumentando que Dios no es injusto por el hecho de haber elegido darle Su misericordia a una persona y no a otra. Hasta ahora, Pablo ha ofrecido dos ejemplos de las Escrituras. En el primer caso, Dios eligió darle las promesas del pacto solo al hijo de Abrahán y Sara y, por lo tanto, no se la dio a los hijos de sus otras esposas. Luego, Pablo mostró que Dios eligió a Jacob antes que a Esaú mientras los gemelos todavía estaban en el vientre de su madre, sin haber hecho nada bueno o malo para ganarse el favor o el rechazo de Dios.Estos ejemplos implican un sentido "activo" de la misericordia de Dios. Dios no está obligado a ser misericordioso con nadie, así que Dios no está siendo injusto cuando elige solo a ciertas personas como los recipientes de Su gracia. Si la gracia se pudiera ganar, no sería gracia (Romanos 4:2–5; 11:6).
Ahora, Pablo hace una referencia a la liberación de Israel a través del faraón de Egipto, con una cita de Éxodo 9:16. Dios quería que el faraón supiera que Él mismo había elegido al faraón —o Egipto— para recibir poder y prominencia con el objetivo de que Dios pudiera mostrar Su propio poder (un poder mucho mayor que cualquier otro) al hacer que Egipto se rindiera. La razón para hacer esto fue que Su propio nombre sería proclamado en toda la tierra.
En otras palabras, Dios elevó y humilló a Faraón por causa de Su propia gloria. Esto debe entenderse en el contexto de los próximos comentarios de Pablo acerca de que un alfarero tiene el derecho de moldear el barro como él mismo quiera (Romanos 9:20).