¿Qué significa Romanos capitulo 9?
Romanos 9 aborda temas desafiantes y difíciles de seguir, los cuales involucran tanto el lugar de Israel dentro de los planes de Dios como el propio carácter de Dios.Pablo comienza expresando lo desconsolado que está por el estado de su pueblo Israel. Pablo era ciudadano judío y romano. Tanto él como su padre sirvieron como fariseos. Pablo era verdaderamente un hijo de Israel, y estaba tan angustiado por su pueblo porque, como nación, habían rechazado a Cristo. Algunos habían creído, pero Pablo sabía que la mayoría de los judíos confiaban en la ley para salvarse de la ira de Dios. Pablo ha hecho todo lo posible en Romanos para demostrar que la ley no puede salvar a nadie. Sorprendentemente, Pablo dice que desearía que lo separaran Cristo si eso ayudara a que el pueblo de Israel aceptara a Jesús (Romanos 9:1–3).
Pablo considera el rechazo del Mesías por parte de Israel aún más triste debido al hecho de que Dios les había dado muchos privilegios por ser Su pueblo escogido. Estos privilegios incluyen la adopción nacional, Su gloria, los convenios, la ley de Moisés, la adoración en el templo, las promesas, los patriarcas y la ascendencia de Cristo. Pablo insiste en que Dios cumplirá todas Sus promesas con Israel, pero que no todas las personas que nacen físicamente israelitas se salvarán de la ira de Dios (Romanos 9:4–7).
Para mostrar que Dios le puede dar Su misericordia a quien Él quiera, Pablo ofrece tres ejemplos de la historia de Israel en las Escrituras. En el primer ejemplo de Pablo, Dios eligió cumplir Sus promesas a través del hijo de Abrahán y Sara, en lugar de cumplirlas a través de los hijos que Abrahán tuviera con alguna de sus otras esposas. En segundo lugar, Dios eligió cumplir Sus promesas con solo uno de los hijos gemelos de Rebeca antes de que nacieran. En tercer lugar, Dios endureció el corazón de Faraón mientras hacía caer plagas sobre Egipto para así aumentar Su propia gloria (Romanos 9:8–18).
¿Es eso justo por parte de Dios? Pablo se imagina a sus lectores haciendo esta pregunta y nos responde: "¿quién eres tú para responder, simple mortal?" Pablo compara a Dios con un alfarero y pregunta si el alfarero no tiene el derecho de crear vasos de barro para propósitos tanto honorables como deshonrosos. Pablo va más allá incluso, preguntándose si Dios no tiene el derecho de crear vasos de ira que finalmente fueran destruidos. Sin embargo, ¿qué pasaría si Dios tratara pacientemente con esos vasos de ira a pesar de que estuviera dispuesto a mostrarles Su ira y poder teniendo al mismo tiempo otro propósito en mente? De alguna manera, parece sugerir Pablo, la paciencia que Dios tiene con los vasos de la ira tiene el objetivo de revelarles Su gloria a los "vasos de misericordia" (Romanos 9:19–24).
Finalmente, Pablo cita textos de las Escrituras en Oseas e Isaías para demostrar que Dios ha llamado a algunos gentiles para que formen parte de Su pueblo, mientras que también ha llamado a un remanente del pueblo de Israel, y los ha llamado a todos a través de la fe en Cristo. El pueblo judío ha tropezado con la piedra de tropiezo de Cristo porque ha buscado alcanzar la justicia a través de sus obras en lugar de la fe (Romanos 9:25–33).